El ODS 17 busca fortalecer la alianza mundial para el desarrollo sostenible. La estandarización, por su propia naturaleza y principios, realiza una valiosa aportación en la construcción de alianzas globales sólidas que permiten a las organizaciones la consecución de los ODS de Naciones Unidas. Aquí explicamos los porqués.
Uno de los aspectos más positivos de la Agenda 2030 es que nos ofrece un marco común, intersectorial y global en el que trabajar para lograr el mundo que queremos.
El papel de la Asociación Española de Normalización, UNE, en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de Naciones Unidas es múltiple.
Como cualquier organización, debe alinear su actividad con los ODS; pero aquí su contribución es similar a la de cualquier organización análoga y, principalmente, se refiere a los aspectos internos de funcionamiento y cómo, a través de ellos, aporta su grano de arena en su consecucion.
Sin embargo, a diferencia de otras entidades, desempeña otros roles mucho más relevantes. Por un lado, con el resultado de su actividad: las normas técnicas, los proyectos de cooperación internacional y los servicios de apoyo a la I+D+i son una ayuda de primer nivel para las empresas en la consecución de los 17 ODS.
Por otro lado, tanto la organización de UNE como los procesos internos, son forjadores de alianzas para lograr los ODS.
Por lo tanto, el papel clave de UNE en la consecución de los ODS está en el rol de catalizador para tejer sólidas alianzas. El actual modelo de normalización nace en 1986, con la figura de Asociación multisectorial y ejemplificando una pionera y exitosa colaboración público-privada.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los miembros de UNE son, a su vez, relevantes asociaciones de los distintos sectores económicos españoles y que la Administración pública tiene participación directa en sus órganos de gobierno, podría decirse que las alianzas están en el ADN de UNE.
Además del esquema organizativo de UNE, cuyos órganos de gobierno son una alianza en sí misma, la actividad de UNE consiste esencialmente en construir acuerdos sólidos.
Las normas técnicas, su principal producto, son el resultado de la participación, colaboración y consenso entre todas las partes interesadas en un asunto. Hay 222 comités técnicos de normalización activos y más de 33.000 normas en vigor que ejemplifican el fruto de estas alianzas.
Fuente: ISO
Las normas son la hoja de ruta en la consecución de los ODS, como se ha ido reflejando en anteriores artículos de esta serie y como muestra el análisis del catálogo de normas, en el que se han identificado más de 4.000 normas que ayudan a las organizaciones a lograr los ODS.
Durante la celebración del Día Mundial de la Normalización se destacaron algunos ejemplos, como las Normas UNE 178501 y UNE 178502 que establecen los requisitos para considerar los Destinos Turísticos Inteligentes, siendo unos estándares pioneros en el mundo. Estos contribuyen al cumplimiento de los ODS 8, 9 y 11.
Por su parte, la UNE 149002 establece los criterios y requisitos que permiten identificar qué productos se pueden desechar o no al inodoro. Así, ayuda a los ODS 6 y 13.
Mientras, la Norma UNE 195006 de Atún de Pesca Responsable ayuda a numerosos Objetivos, como el ODS 8, 12 y 14.
En general, las normas tienen un impacto mayor en los ODS vinculados con la salud (ODS 3), el agua limpia (ODS 6), la energía asequible y no contaminante (ODS 7), la industria, innovación e infraestructura (ODS 9), las ciudades sostenibles (ODS 11), la producción y consumos responsables (ODS 12) y la acción por el clima (ODS 13).
Estos vínculos entre normas y ODS se muestran en las páginas web de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional de Normalización, entre otras.
Las otras ramas de la actividad de UNE, como la cooperación internacional y los servicios a proyectos de I+D+i, también se basan en forjar alianzas complejas y, por tanto, contribuyen a los ODS.
Los proyectos de cooperación internacional se basan en la alianza de varios socios, de distintos países y sectores, que forjan asimismo una alianza entre los donantes o financiadores de la actividad y los receptores de esta. Estos proyectos trabajan para fortalecer las capacidades del sector público y privado en países con economías emergentes, trasladando estrategias y buenas prácticas que contribuyan especialmente a los ODS 4, 8, 9, 11, 13 y 15.
El servicio de apoyo a los proyectos de I+D+i es otro ejemplo de alianza compleja, donde UNE por un lado participa en una alianza con los socios de cada proyecto para desarrollar innovaciones, y luego crea vínculos entre esas actividades de investigación e innovación y la de normalización.
Ejemplos de esto son la participación de socios de los proyectos en los comités de normalización o la creación de nuevos estándares a partir de los resultados de los proyectos.
Adicionalmente, los proyectos también tienen su contribución a ODS específicos. Por ejemplo, hay proyectos implementados desde la Dirección de Cooperación. Es el caso de Carbocert, que trabaja para desarrollar buenas prácticas agrícolas innovadoras para aumentar la captura de carbono en los suelos agrícolas mediterráneos, contribuyendo a conseguir los ODS 13 y 15. Por otra parte, el proyecto de I+D+i CIRC-PACK, que incidiendo en los envases y embalajes, contribuye a los ODS 9 y 12.
Las normas son la hoja de ruta en los ODS, con más de 4.000 estándares UNE que facilitan a las organizaciones su consecución
UNE es el miembro español de otros organismos de normalización supranacionales, en algunos de los cuales asume roles de liderazgo, como en los consejos de ISO y de CEN-CENELEC. A través de estos, amplía sus alianzas y visión sobre el papel de las normas en relación a los ODS.
Algunos ejemplos de estas acciones son la participación en un grupo de trabajo dependiente del Consejo de IEC, para definir la estrategia de ese organismo respecto a los ODS y acentuar el papel de las normas en su consecución.
En un ámbito europeo, se impulsa el mapeo de las normas existentes, así como el establecimiento de mecanismos para detectar la relación entre los nuevos proyectos y los ODS.
Esta visión de la normalización como catalizador de alianzas y de las normas como herramientas para alinear a las organizaciones con los ODS es compartida por otros organismos, como la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa (UNECE), que ha creado una página web donde se pueden buscar las vinculaciones entre las normas y los ODS y muestran casos de éxito.
UNE también colabora con UNECE y con ITU para extender este análisis de vinculación entre normas y ODS usando una herramienta de inteligencia artificial.
Este papel de catalizador de alianzas ha llevado a UNE a establecer nuevos contactos con interlocutores como la Agenda 2030, el Pacto Mundial y a encontrar nuevos lazos con entidades como la CEOE, la Administración pública y sus miembros. En cuanto a las características, UNE busca que sus alianzas sean:
UNE es un catalizador de alianzas para los ODS; fortalece la colaboración entre el sector público y el privado, en el ámbito nacional e internacional a través de sus actividades.
Busca optimizar sus alianzas adaptando su papel a las circunstancias, en todos los ámbitos, de forma innovadora e inclusiva, cuantificando sus resultados.
En definitiva, haciendo que estas sean eficaces y eficientes y constituyan una parte relevante del papel de UNE en la consecución de los ODS.
Uno de los aspectos más positivos de la Agenda 2030 es que nos ofrece un marco común, intersectorial y global en el que trabajar para lograr el mundo que queremos.
Por primera vez, todos dirigimos nuestros esfuerzos hacia una misma meta o, mejor dicho, 169 metas comunes que son las recogidas en los 17 ODS. En este sentido, no podemos desaprovechar las oportunidades que nos brinda el trabajo conjunto actuando individualmente, algo que aún debe calar más en el sector empresarial ya que según nuestros datos, el ODS 17 todavía no está entre los más trabajados por las organizaciones españolas.
En muchas ocasiones hemos aludido a la transversalidad de este Objetivo; y es que su poder catalizador es imprescindible para hacer realidad la Agenda 2030 por dos motivos: por un lado, porque aborda la financiación, un aspecto clave para hacer frente a los ODS. Por otro lado, porque la unión entre gobiernos, empresas y sociedad civil, sin duda, hace la fuerza.
Mediante la cooperación internacional y la colaboración intersectorial podemos conseguir avanzar de una forma más eficaz y rápida en la consecución de los ODS, aprovechando el intercambio de experiencias, conocimientos, herramientas y capacidades conjuntas.
Estas alianzas además deben cumplir siete características según nuestra experiencia, siendo: innovadoras, escalables, inclusivas, transparentes, con objetivos definidos, cuantificables y adaptados al contexto.
Nos encontramos en la década para la acción y a 10 años para el 2030 todavía quedan grandes desafíos; si no nos unimos ahora, será imposible lograr el mundo que queremos.