El acceso universal a la energía es fundamental para superar con éxito los grandes desafíos a los que se enfrenta la humanidad. El séptimo Objetivo de Desarrollo Sostenible aboga por el apoyo de nuevas iniciativas que mejoren el rendimiento energético y aumenten el uso de fuentes renovables para conseguir comunidades sostenibles y resilientes a los problemas ambientales, como el cambio climático, la contaminación o la deforestación. El ODS 7 Energía asequible y no contaminante se relaciona íntimamente con el ODS 13 sobre acción por el clima.
Actualmente, la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático, representando alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Reducir las emisiones de CO2 supone el principal foco de atención de las políticas de transformación energética propuestas en el marco del horizonte 2020-2050. El objetivo prioritario de la comunidad internacional es implementar la descarbonización energética de forma sistemática. En España, las energías fósiles aún representan el 74 % de la energía primaria, mientras que las renovables suponen un 14 % y la nuclear el 12 %.
Más de 250 normas UNE
La Asociación Española de Normalización, UNE, ha identificado más de 250 normas del catálogo español que facilitan a las organizaciones la consecución del ODS 7.
Si hay una norma que destaca sobre las demás en el ámbito de la eficiencia energética esa es la UNE-EN ISO 50001 Sistemas de gestión de la energía. Requisitos con orientación para su uso. Se trata de la referencia mundial para la correcta gestión de la energía.
Las ventajas de la aplicación de esta norma son numerosas: ayuda a gestionar y reducir el consumo de energía en las empresas, con la influencia positiva que supone en cuanto a reducción de costes financieros asociados y de emisiones de gases de efecto invernadero.
La aplicación de esta norma ha conseguido generar a las organizaciones un ahorro sistemático de entre el 5 % y el 30 % del coste energético, según ISO.
En un mismo ámbito de eficiencia energética, destaca la Norma UNE-ISO 50003 Sistemas de gestión de la energía. Requisitos para organismos que realizan auditoría y certificación de sistemas de gestión de la energía. En relación con este estándar, destaca la serie de normas sobre auditorías energéticas UNE-EN 16247, centradas en la certificación energética de edificios (UNE-EN 16247-2), procesos (UNE-EN 16247-3) o transporte (UNE-EN 16247-4).
Por su parte, la UNE 216701 Clasificación de proveedores de servicios energéticos tiene como objetivo contribuir al despliegue de los servicios energéticos en nuestro país, mejorando la transparencia y fiabilidad en su contratación. Define una clasificación de proveedores de servicios energéticos (PSE) que permite su diferenciación y la elección del tipo más apropiado para las necesidades del cliente. Además, se fundamenta en la legislación aplicable.
La transición a sistemas energéticos amigables con el medio ambiente supone la implementación de fuentes eficientes de producción y consumo de energía. Por esta razón, es necesario recalcar la Norma UNE-EN ISO/IEC 13273-1 Eficiencia energética y fuentes de energía renovables. Terminología internacional común. Parte 1: Eficiencia energética (ISO/IEC 13273-1:2015).
La Norma ISO 50001 es la referencia mundial para la correcta gestión de la energía generando a las empresas un ahorro de hasta el 30 % del coste energético
Renovables
Las fuentes de energía renovable son muchas y muy variadas, pero las más extendidas son la solar, hidráulica, eólica y bioenergía. Para la extensión e implementación de cada una de ellas mediante los sistemas de gestión de la energía, contamos con normas como la UNE-EN ISO/IEC 13273-2 Eficiencia energética y fuentes de energía renovables. Terminología internacional común. Parte 2: Energías renovables.
En cuanto a la energía solar, destacan la Norma UNE 206008 Energía solar fotovoltaica. Términos y definiciones, la Norma UNE 206009 Centrales termosolares. Terminología o la serie de Normas UNE-EN 12976 de Sistemas solares térmicos y sus componentes.
En el ámbito de la energía hidráulica, existen numerosas normas UNE que ayudan a conseguir el ODS 7. Por ejemplo, la UNE 20168 Guía para la recepción, explotación y mantenimiento de las turbinas hidráulicas o la serie de Normas UNE-IEC/TS 62600 Energía marina. Convertidores de energía de olas, mareas y otras corrientes marinas.
En relación con la energía eólica, podemos citar la Norma UNE-CLC/TS 61400-26-3 Sistemas de generación de energía eólica. Parte 26-3: Disponibilidad para las centrales eólicas o la serie de normas UNE-EN 61400 Aerogeneradores.
Para la explotación de fuentes renovables de origen biológico, destaca la Norma UNE-EN 16214-1 Criterios de sostenibilidad para la producción de biocombustibles y biolíquidos para aplicaciones energéticas. Principios, criterios, indicadores y verificadores. Parte 1: Terminología. Además, es relevante la serie de Normas UNE-EN ISO 17225 de Biocombustibles sólidos.
Por último, UNE actúa desde un punto de vista organizacional teniendo en cuenta acciones que contribuyen al ODS 7. Así, mantiene una política corporativa sostenible de reducción de consumo energético por cada actividad desarrollada en el seno de la Organización.
Opinión
Las normas, garantía de calidad para las renovables
Margarita de Gregorio
Directora de Biomasa y Geotermia
APPA Renovables
La próxima década va a ser, sin duda, muy ilusionante al estar marcada por los relevantes objetivos establecidos para el horizonte 2030. A escala global, Naciones Unidas ha establecido 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030, que persiguen la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad. A escala europea, la Comisión Europea ha establecido unos objetivos sobre clima y energía que buscan reducir en un 40 % las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y que los Estados miembro fijen un objetivo vinculante de al menos un 27 % de mejora de la eficiencia energética y de energías renovables en 2030. Objetivo de consumo de renovables que en España se pretende elevar al 32 % en 2030, tal y como se ha publicado en el borrador del Plan Integrado de Energía y Clima que se ha remitido a Bruselas.
Para alcanzar estos ambiciosos objetivos, las renovables eléctricas, térmicas y para el transporte deben impulsarse de forma determinante. Al mismo tiempo que van a tener que incrementar su competitividad soportando una enorme presión por la excelencia. La investigación, el desarrollo y la innovación resultarán clave para permitir el avance de una industria renovable sostenible, capaz de generar empleo y riqueza en las distintas regiones de España.
Las empresas productoras de energías renovables serán esenciales en este proceso de transición energética. La normalización adquiere mayor importancia con la globalización y el aumento de la competitividad, convirtiendo en un activo de la empresa el compromiso con la calidad y la mejora continua. La calidad técnica de las instalaciones renovables se acredita mediante normas, permitiendo generar confianza, seguridad y favoreciendo el crecimiento del sector. La normalización es una valiosa herramienta, garante de la calidad de los nuevos desarrollos renovables en la transición ecológica en la que estamos inmersos.