Una economía próspera y un plan de desarrollo sostenible a largo plazo se sostienen mediante la inversión en innovación e infraestructura (transporte, regadío, tecnologías de la información y de la comunicación, energía). El noveno Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) aboga por fomentar la estabilidad social y la resiliencia de las comunidades globalmente mediante el progreso en tecnología y en gestión e incremento de la actividad investigadora. Algunos de los sectores más importantes para el cumplimiento de estos objetivos son el de las telecomunicaciones, el manufacturero y el de producción industrial, que constituyen más del 90 % de las empresas de todo el mundo y representan entre el 50 % y el 60 % del empleo.
En España, la evolución de infraestructuras y, en especial, la del sector transportes, se ha dirigido a mejorar aspectos como la accesibilidad, la seguridad o la sostenibilidad de los distintos medios de transporte, incrementando la eficiencia del transporte público y su rentabilidad económica. Por su parte, el sector industrial nacional se enfrenta a grandes desafíos, como su transformación digital o la transición a una economía descarbonizada y circular.
Existen cerca de 650 normas UNE que facilitan a las organizaciones la consecución del ODS 9. Entre ellas destaca la UNE-EN ISO 9001 que establece los requisitos para desarrollar un sistema de gestión de la calidad en organizaciones de todos los sectores. Se trata de la herramienta de gestión de la calidad más extendida en el mundo con cerca de un millón de organizaciones que la aplican eficazmente.
Ámbito industrial
En el campo industrial, los mayores cambios se producirán en el tránsito al nuevo sistema de Industria 4.0. En esta línea, resultan muy relevantes las Especificaciones UNE 0060 y UNE 0061 que establecen los requisitos para considerar una industria digital.
Se han desarrollado en el seno de UNE, con la participación y consenso de un grupo de expertos de la Administración, asociaciones sectoriales, grandes empresas y pymes, bajo el impulso del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo como medida de apoyo a la Industria española en su proceso de digitalización.
De igual modo, en materia de desarrollo de la competitividad y de las relaciones industriales, destacan la serie de Normas UNE-EN 62264 Integración de sistemas de control empresarial y la serie UNE-EN 61784 Redes de comunicación industrial.
Gestión de la innovación
En el ámbito de la innovación, resulta indispensable partir de una estandarización de esta, así como de un sistema de gestión centrado en diversos aspectos concernientes a la producción de nuevo conocimiento, a la investigación y a la evaluación del impacto de los avances propuestos. En el núcleo de este, se encuentran las Especificaciones Técnicas pertenecientes a la serie UNE-CEN/TS 16555 EX, que contemplan numerosos aspectos, como los sistemas de gestión de la innovación (UNE-CEN/TS 16555-1). Hay que destacar que este estándar de origen europeo contó para su desarrollo con una importante participación española; de hecho, el texto se ha basado, entre otros documentos, en la norma española UNE 166002 de Gestión de la I+D+i. España es un referente en el desarrollo de estándares en este ámbito. Por ejemplo, la UNE 166006 establece los requisitos para un sistema de vigilancia e inteligencia. Por su parte, la UNE 166008 fija los criterios para gestionar correctamente la transferencia de tecnología, mientras que la UNE 166001 establece los requisitos de un proyecto de I+D+i.
Otros ámbitos contemplados en la serie UNE-CEN/TS 16555 EX van desde el pensamiento innovador hasta la gestión de la propiedad intelectual, pasando por la creatividad o la colaboración en innovación.
Además, es necesario que todos estos procesos se encuentren incluidos en un marco de cumplimiento del compromiso de responsabilidad social de los centros e industrias del sector de la innovación. Por ello, se han desarrollado documentos normativos como la UNE-CWA 17145-1 Evaluación ética de la I+D+i. Parte 1: Comité de ética o la UNE-CWA 17145-2 Evaluación ética de la I+D+i. Parte 2: Marco de evaluación del impacto ético.
Infraestructura