Desde que en 2020 ANEFHOP iniciara el proyecto de elaborar una DAP sectorial, más de 400 plantas se han adscrito en una apuesta por hacer del sector del hormigón una industria más sostenible. Esta declaración tiene como objetivo medir el impacto ambiental de los procesos de fabricación de los productos, en concreto del hormigón, que tiene numerosas propiedades beneficiosas en la construcción que se traducen en términos de sostenibilidad como el aislamiento térmico y acústico. Medir la huella ambiental y reducir la huella de CO2 es uno de los retos estratégicos a los que se enfrenta actualmente el sector. De hecho, como se anunció en el VI Congreso Nacional de Áridos, el sector se ha comprometido a reducir sus emisiones de CO2 a causa del hormigón en un 40 % para 2030 sobre los datos de 1990.