Inspección de las áreas de juego infantil

Las inspecciones de las áreas de juego tienen una importancia crucial para la seguridad tanto de los niños y niñas, usuarios de las instalaciones, como para los distintos responsables de su gestión (ayuntamientos, colegios, etc.). Por este motivo es esencial definir cuál debe ser el alcance de las actividades de control, así como la competencia de las personas que llevan a cabo estos controles de manera que se garantice la seguridad.

Hasta ahora, el cumplimiento por parte de las entidades de inspección que llevan a cabo el control de las áreas de juego se viene realizando a través de la acreditación por parte de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) de los diferentes actores que operan en este terreno (entidades de certificación, laboratorios y entidades de inspección), lo que constituye una garantía sobre la competencia y el trabajo que realizan dichas entidades. No obstante, existía una cierta confusión en el mercado y, sobre todo entre los gestores de las áreas de juego infantil, sobre el papel que juegan cada uno de dichos actores.

Por este motivo, en el año 2018 el comité de parques infantiles de la Asociación Española de Normalización, UNE, el CTN 172/SC 3, del que UNE desempeña la secretaría técnica, decidió comenzar a trabajar activamente en la elaboración de una norma puramente nacional de inspección de áreas de juego infantil y que otorgaría a los titulares de estas, muchas de ellas públicas, mayores garantías en relación con la seguridad final, de las que el colectivo infantil es el usuario. Se trata de la futura Norma UNE 172020 que establece los requisitos para la inspección de áreas de juego por parte de entidades de inspección. La publicación de este estándar está prevista para el primer semestre de 2020. El sector de entidades de inspección se ha involucrado de una forma importante en su elaboración. De hecho, la norma se encuentra coordinada por este sector, junto con ENAC: entidades de inspección acreditadas, empresas fabricantes y distribuidoras de equipamiento de áreas, laboratorios de ensayo, corporaciones locales, empresas mantenedoras, expertos a título individual, etc.

Este empuje de todo el sector ha logrado alcanzar un consenso técnico vital en un corto periodo de tiempo, que será la base para la alineación de las inspecciones, cubrirá la brecha normativa existente en el ámbito nacional sobre la actividad de inspección y redundará, sin duda, en áreas más seguras para los usuarios.

Esta norma fijará el alcance de las inspecciones, definiendo los distintos tipos de inspección, los criterios técnicos y, lo más importante, la periodicidad y la clasificación de las inspecciones en función de los defectos detectados. También nos describe los medios necesarios de las entidades de inspección, y los requisitos de imparcialidad asociados a dichas organizaciones.

El proyecto de norma se estructura temáticamente en cuatro capítulos diferenciados: Objeto y campo de aplicación; Normas para consulta; Términos y definiciones (un capítulo muy relevante en el que se desarrollan los requisitos de imparcialidad e independencia, medios humanos y técnicos, tipos de inspección, clasificación de defectos); y, por último, un capítulo final sobre contenido del informe de inspección.

Se complementa con un anexo normativo donde se describen los puntos de inspección y los tipos de defectos posibles en función de su gravedad. Adicionalmente, incluye dos anexos informativos: sobre requisitos de cualificación de inspectores y valoración de riesgos.

La norma fija el alcance de las inspecciones, a partir de los distintos tipos de inspección identificando los puntos que hay que comprobar para cada uno de ellos, definiendo los requisitos que deben ser comprobados. Adicionalmente se define la periodicidad y la clasificación de los posibles defectos existentes:

• Inspecciones iniciales que corresponden a la primera inspección antes de la puesta en uso.
• Inspecciones principales anuales que corresponden a las inspecciones periódicas anuales con las que se garantiza que se mantiene las condiciones iniciales de uso y de seguridad.
• Inspecciones tras un accidente/incidente.
• Inspecciones tras modificaciones importantes.

A la par que se está trabajando en la futura norma de inspección de áreas de juego, se está desarrollando una norma de inspección de instalaciones deportivas en el seno del CTN 147/SC2 Equipamiento deportivo. El objetivo es la inspección de las instalaciones deportivas más comunes, como las porterías y equipos de baloncesto, entre otras, de forma que se garantice la seguridad de estas instalaciones. Esta futura norma, al igual que la de áreas infantiles, se encuentra coordinada por el propio sector de entidades de inspección, junto con ENAC.

Ambos documentos están desarrollándose en paralelo con la intención de que su estructura y filosofía esté alineada y se puedan convertir en referentes para el sector, dado que su fin último es el mismo: garantizar la seguridad del usuario final, en muchos casos, el público infantil.