Lectura Fácil, oportunidades de empleo e inclusión

La Norma UNE 153101 EX Lectura Fácil. Pautas y recomendaciones para la elaboración de documentos define la Lectura Fácil como “un método que recoge un conjunto de pautas y recomendaciones relativas a la redacción de textos, al diseño/maquetación de documentos y a la validación de la comprensibilidad de los mismos, destinado a hacer accesible la información a personas con dificultades de comprensión lectora”. Publicada en mayo de 2018, supuso un hito en el ámbito mundial por ser la primera norma en abordar la Lectura Fácil desde un Organismo de Normalización. Esta norma plantea la elaboración de documentos a través de un proceso participativo que incluye una fase de creación o adaptación, y una fase de validación.

Las personas con dificultades de comprensión lectora son quienes realizan la validación. Consiste en un proceso guiado de evaluación de la comprensibilidad del documento y es un requisito imprescindible para su elaboración. Si todas las fases son importantes, el proceso de validación es el garante de la calidad en el resultado final. Así, implica una colaboración continua entre las personas que validan los documentos y el resto de profesionales que intervienen en el proceso, como adaptadores, creadores y dinamizadores, etc. En todos los casos, se trata de un trabajo exhaustivo con un marcado carácter profesional, de ahí la gran importancia que supone tener una norma que permita regular estos procesos y estipular sus bases.

Durante el desarrollo de la UNE 153101 EX, el CTN 153/GT 1 Lectura Fácil, grupo de trabajo encargado de su elaboración, se planteó la necesidad de contar con el contenido adaptado en Lectura Fácil, con el objetivo de hacerla accesible y garantizar, por tanto, el derecho a su comprensión por parte de las personas que tenían que validar los documentos. Por este motivo, se elaboró la Norma UNE 153102 EX Guía en Lectura Fácil para validadores de documentos, publicada en diciembre de 2018, que viene a refrendar el imprescindible papel de las personas con dificultades de comprensión lectora en el proceso de trabajo, a través del desarrollo de una actividad profesional que favorece su empoderamiento y la transformación de sus dificultades en oportunidades de empleo e inclusión.

Esta norma es la primera en el mundo que está redactada siguiendo las pautas y recomendaciones sobre Lectura Fácil. Esto supone un valor esencial y una práctica de gran relevancia que cuenta con su correspondiente validación por profesionales con dificultades de comprensión lectora. Por ello, es un ejemplo que hay que seguir y una garantía de comprensión que sitúa a las personas validadoras en igualdad de condiciones con respecto a los demás profesionales implicados. Por esta razón, la Norma UNE 153102 EX está dirigida a usarse por personas validadoras y es un instrumento idóneo para progresar en la profesionalización de estos perfiles laborales tan específicos.

En la actualidad, las entidades que disponen de servicios de elaboración de documentos en Lectura Fácil provienen del Tercer Sector y del movimiento asociativo, principalmente relacionados con la discapacidad intelectual. Así, desde estos servicios cuentan con equipos de validadores integrados por personas con discapacidad intelectual que, con la formación recibida desde sus propias entidades de apoyo y con el trabajo continuado de validación, se han convertido en especialistas en este campo.

Sin embargo, el colectivo de personas beneficiarias de la Lectura Fácil no está formado únicamente por personas con discapacidad intelectual, sino también por personas que, por diferentes causas o circunstancias, presentan dificultad en la comprensión lectora. Así, la UNE 153102 EX potencia ese aspecto transversal de la Lectura Fácil y se convierte en una excelente herramienta de apoyo para la formación especializada de otros colectivos, como personas con dificultades de comprensión lectora derivadas de Daño Cerebral Adquirido, trastorno mental, bajo nivel de alfabetización, personas mayores, etc., que quieran iniciarse en la Lectura Fácil como personas validadoras.

Para las personas con dificultades de comprensión lectora, la Sociedad de la Información y la Comunicación, cuyo rápido desarrollo apenas deja tiempo a que la ciudadanía se adapte a los cambios, puede convertirse en una importante barrera para acceder a la información escrita en todos los ámbitos (social, cultural, político, educativo, etc.). Esto puede derivar en una significativa exclusión que les limita y también impide una plena participación ciudadana en igualdad de condiciones. Por ello, la reivindicación de disponer de información accesible que tenga en cuenta las capacidades de todas las personas ha generado que, dentro del concepto de accesibilidad universal, surja un mayor empeño por visibilizar la accesibilidad cognitiva y la Lectura Fácil como herramienta que facilita su consecución. La implementación de la Lectura Fácil permite superar las barreras en la comprensión de información escrita y facilita la interacción de las personas en el entorno, equiparando así sus oportunidades de inclusión activa en la sociedad.

Comprender la información escrita es contenido esencial de derechos y libertades fundamentales. Su ejercicio en plenitud permite una igualdad real y efectiva para toda la ciudadanía. En este contexto, la Lectura Fácil, como método de redacción, presentación y validación de documentos, es el medio (que no el fin) cuya aplicación asegura garantizar el derecho a la comprensión para todas las personas.