Joan Tristany
Director General
¿Qué aporta la normalización a su sector de actividad?
La normalización es esencial para el sector industrial y toda su actividad, porque garantiza la calidad, la seguridad y la eficiencia productiva. La normalización permite evitar la variabilidad y establecer unos estándares tecnológicos y de procesos.
La estandarización, reconocida internacionalmente, permite a nuestros miembros entrar en todos los mercados. Incluso en aquellos países en desarrollo y con menor desarrollo normalizador. La aplicación de normas europeas e internacionales son una clara garantía de calidad en la entrada y operativa de nuestras empresas en estos mercados.
¿Qué normas considera más destacadas?
Son muchísimas las esenciales: desde las normas ISO sobre gestión hasta las que normalizan los procesos industriales. Como organización multisectorial nos es difícil destacar unas normas concretas.
En amec contamos con nueve agrupaciones de distintos sectores y en cada una de ellas existen normas fundamentales para su desarrollo y competitividad. Aún así, vemos como la frontera entre sectores se va difuminando y nos dirigimos hacia una interdisciplinariedad, en la que las normas transversales son importantes.
Las normas permiten la modernización de la actividad industrial, su competitividad y su adaptación a los nuevos tiempos. amec impulsa los nuevos factores clave de competitividad en las empresas en España: anticipación, adaptabilidad, colaboración, glocalización y sostenibilidad. Por ello somos firmes defensores de la normalización, que asienta unas bases en la dirección adecuada para ofrecer seguridad a las empresas y procura el bienestar de trabajadores, ciudadanos y consumidores.
¿Qué balance hace de la actividad de UNE?
El balance es claramente positivo, en tanto que UNE trabaja para trasladar el desarrollo de la actividad normalizadora global en España, introduciendo los más altos estándares internacionales.
Además, cabe destacar su contribución a la internacionalización de las empresas españolas, gracias a su actividad de cooperación con otros organismos homólogos en diversos mercados y de forma muy destacada, en Latinoamérica.
Asimismo, nuestra participación en la Junta Directiva de UNE y en los comités de normalización nos permite establecer un networking permanente con otras organizaciones empresariales y empresas de otros sectores que va mucho más allá de los aspectos de normalización por los que han sido creados.
¿Cuáles son los campos de progreso más destacados de la normalización en el futuro?
Estamos ahora en un cambio de era en la que las empresas deben responder a los retos de la digitalización y la sostenibilidad. Los cambios se están produciendo a una velocidad increíble, como ha evidenciado la pandemia de la COVID-19, que ha acelerado la transformación de nuestra industria.
Fruto de los nuevos requerimientos, sin duda, se abren grandes campos de normalización con normas transversales y especializadas que garanticen la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, en torno a la economía circular, la sostenibilidad, los procesos de producción y de comercialización, el tratamiento de los datos y la ciberseguridad. Sobre todos ellos incidirán los profundos cambios tecnológicos. Donde existe más actividad normalizadora es donde hay más innovación.