El juguete es uno de los productos que están sometidos a una mayor carga legislativa en materia de seguridad. Su destinatario final, el niño, es un sujeto especialmente vulnerable y, por ello, las autoridades tienen la obligación de velar por el establecimiento de un marco legal que le proteja en todos los ámbitos.
En nuestro caso, este marco legal es una directiva de nuevo enfoque, la Directiva 48/2009 sobre la Seguridad de los Juguetes, que establece los requisitos básicos de seguridad que han de cumplir los juguetes para poder ser comercializados. Los requisitos específicos, los que concretan la forma de cumplir con las exigencias básicas, son desarrollados en las normas armonizas.
En nuestro sector, la evolución de las normas desde la publicación de la primera Directiva ha sido rápida y exhaustiva, teniendo en cuenta que se trata de un sector caracterizado por su heterogeneidad: las normas armonizadas han de considerar las características de productos tan diversos como una peonza, una cocinita, una bicicleta, una muñeca, un tobogán o un sofisticado avión a control remoto, y además el comportamiento de unos usuarios especialmente vulnerables y especialmente imprevisibles, los niños, y en una franja tan amplia como la de 0 a 14 años.
Estas normas son fundamentales para dar seguridad jurídica al fabricante, para saber cómo tiene que diseñar y fabricar sus productos para que el resultado final se ajuste a los requisitos básicos exigidos por la Directiva. Además, el rigor técnico con el que se han desarrollado las normas armonizadas aplicables al juguete ha hecho de estas el texto de referencia para el desarrollo de las normas técnicas que tienen que cumplir en muchos otros mercados, especialmente en Iberoamérica, lo que facilita la internacionalización de nuestras empresas.
Sin las normas armonizadas, los requisitos específicos habrían de estar desarrollados por textos legislativos en cada país, sin el consenso de quienes los tienen que aplicar en la fabricación y en la vigilancia del mercado, y quienes representan a los que han de disfrutarlos de manera segura.
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La Revista de la
Normalización Española
