La Norma UNE 77270 es la primera en Europa que establece la creación de mapas de olor mediante ciencia ciudadana. Aquí analizamos su contenido.
Las molestias por olor es uno de los problemas ambientales más denunciados por los ciudadanos y con más repercusión social. Si bien es cierto que, en el ámbito estatal, España se encuentra en un vacío legislativo en materia de contaminación ambiental por olores, están surgiendo iniciativas legislativas de carácter autonómico y municipal para la regulación y control de este problema. Según recoge el proyecto europeo de I+D D-noses, las molestias por olor suponen la segunda causa de molestias medioambientales después del ruido en Europa.
Tradicionalmente, la evaluación del impacto por olor se ha llevado a cabo mediante lo que se conoce como psicometría. La psicometría es un campo de estudio centrado en la teoría y técnica de la medida psicológica que lleva usándose desde varias decenas de años en el campo del olor.
Existen otras metodologías para evaluar un impacto por olor. Cada una aplica distintos métodos de análisis. Ejemplo de estas metodologías son las recogidas en la Norma UNE-EN 13725:2022 Emisiones de fuentes estacionarias. Determinación de la concentración de olor por olfatometría dinámica y tasa de emisión de olor, que aplica métodos de olfatometría dinámica para el desarrollo de modelos de dispersión; o la Norma UNE EN 16841:2017 Aire ambiente. Determinación de olor en aire ambiente utilizando inspección en campo.
La Norma UNE 77270 permite identificar episodios de olor caracterizados de acuerdo con su grado de molestia, entre otros aspectos
La molestia por olor es un fenómeno muy complejo en el que intervienen, además de factores como la concentración de partículas, variables atmosféricas, factores humanos, sociales o elementos subjetivos de cada persona, entre otros. Se ha hecho necesario, por lo tanto, abordar otros métodos de valoración que consideren estos aspectos y relacionen el impacto por olor con las molestias causadas a la ciudadanía en tiempo y espacio real desde el punto de vista de las personas receptoras.
La Norma UNE 77270 Construcción de mapas de olor colaborativos mediante ciencia ciudadana, publicada en octubre de 2023, aborda esta problemática estableciendo una metodología para evaluar el impacto por olor mediante técnicas basadas en ciencia ciudadana.
La ciencia ciudadana se define como un método de investigación científica que cuenta con la implicación activa del público no especializado junto con científicos y profesionales. Se basa en la recopilación y análisis sistemático de datos por personas no especializadas.
La Norma UNE 77270 hace uso de estos métodos de investigación para involucrar activamente a la ciudadanía en los procesos de identificación y valoración de las molestias producidas por malos olores.
El documento abarca la identificación y caracterización de la problemática y de los actores clave, la definición y puesta en marcha de la metodología para la recolección y tratamiento de datos, la metodología para el tratamiento y análisis del conjunto de los datos generados mediante ciencia ciudadana, el tratamiento y análisis mínimo del conjunto de los datos proporcionados/generados y la creación de mapas colaborativos basados en la información espacial y temporal.
Además, permite identificar episodios de olor caracterizados de acuerdo con su grado de molestia, establecer herramientas de seguimiento para comprobar la mejora de las soluciones adoptadas, medir la variabilidad de la molestia percibida por la ciudadanía tanto en tiempo como en espacio o generar un espacio/herramienta/recursos de diálogo entre las partes implicadas mediante transparencia y comunicación continua, con el propósito de lograr acuerdos alcanzables.
La Norma UNE 77270 contribuye al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU
Como recomendación, esta norma puede servir también para promover la búsqueda de soluciones/mitigaciones al problema existente, tanto desde el punto de vista de las personas afectadas como de las entidades públicas, así como para que las personas afectadas generen un plan de gestión de los olores (o adapten el que ya tienen) que reduzca el impacto sobre la comunidad, implementando las mejoras necesarias para mitigar las molestias que se hayan evidenciado durante el proyecto.
Asimismo la norma permite fomentar que, mediante el análisis de los resultados y conclusiones del proyecto, como punto de partida, se promueva la búsqueda de soluciones a la problemática del impacto por olores de manera consensuada entre todos los actores implicados.
Finalmente, la norma incluye una serie de anexos informativos que presentan ejemplos de formularios, fichas y modelos necesarios para el desarrollo del análisis.
La Norma UNE 77270 se ha desarrollado por un grupo de trabajo coordinado por la Fundación AMIGO y ha contado con la participación de 20 vocales que representan a Administraciones, centros de investigación, gestores de residuos e industrias.