El COGITIM representa a profesionales titulados universitarios en Ingeniería Técnica Industrial, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Química y otros títulos de Grado en el ámbito industrial. En la actualidad, está formado por más de 7.000 colegiados y 300 precolegiados (alumnos de último curso).
La normalización es un aspecto esencial y básico en el ámbito de la Ingeniería por cuanto aporta certidumbres y criterios específicos en el diseño de instalaciones, productos, procesos y servicios, que permiten a su vez garantizar su calidad y seguridad. Pero también es un complemento primordial para una de las máximas que nos marcamos en la Ingeniería, como es la competitividad, ya que, a través de la misma, mediante la estandarización y optimización de procesos, conseguimos mejorar la eficiencia y productividad.
Además de lo anterior, es una herramienta necesaria para la coordinación con otros profesionales del sector y para la compatibilidad e interoperabilidad que se requiere en el ámbito de la Ingeniería en el ámbito nacional e internacional.
Todas las normas son importantes, aunque por nuestro ámbito de actividad las dedicadas a la seguridad industrial, edificación, servicios y productos industriales son las que más utilizamos y en las que más participamos; teniendo en cuenta que requieren a su vez una actualización casi permanente, lo que nos permite seguir debatiendo y mejorando las mismas casi de forma continua.
No obstante, es cierto que en la actualidad tienen especial trascendencia todas aquellas que están relacionadas con la digitalización y la transición ecológico/energética en la que estamos inmersos como sociedad, y que marcará nuestro progreso durante los próximos años.
Hay una cuestión que resulta esencial en el funcionamiento de UNE y en el proceso de normalización, que es la participación y el consenso de todos los agentes involucrados en las diferentes normas, lo que las convierte en documentos contrastados desde ópticas multidisciplinares y les otorga el rigor y garantía que se espera de ellas.
Esta cuestión, que no es nada baladí ni resulta sencilla, es para mí el gran logro y a su vez reto permanente de todo el equipo humano de UNE, y de todas las entidades, empresas y profesionales que participamos, bajo el liderazgo y directrices del presidente y la Junta Directiva, y el impulso del Director General.
Más que en el futuro hablaría ya del presente y, sin duda, los campos de mayor acción serán los dedicados a la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías relacionadas con el aprendizaje automático y la robótica, el Internet de las Cosas (IoT) y su capacidad de interoperabilidad, seguridad y privacidad; así como todo aquello que tenga que ver con la salud y el bienestar para afianzar la calidad y seguridad de los productos y servicios.
A todos los anteriores habría que sumarles los que ya hemos comentado del ámbito de la energía y sostenibilidad, junto a la economía digital y el comercio electrónico.
Vemos que son muchos los retos que desde UNE se tienen que afrontar, no solo para trasladar al mercado las normas que necesita, sino además para seguir siendo referente ejemplificador en su implantación, para lo que nuestra profesión en su conjunto seguirá aportando y colaborando con nuestro mayor compromiso.