Estandarización en apoyo a la Directiva RAEE

Hace ya más de veinte años de la entrada en vigor de las primeras leyes comunitarias que regulaban los aparatos eléctricos y electrónicos: la Directiva 2002/95/CE, del Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de enero de 2003 sobre restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas en AEE (Directiva ROHS1) y la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de enero de 2003, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Directiva RAEE1). El paralelismo y la simultaneidad de ambas directivas permitieron su trasposición al ordenamiento jurídico español en un único Real Decreto (R.D. 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos).

Sin embargo, el aumento incesante de RAEE, debido por una parte al incremento en la demanda de AEE, y por otra al acortamiento de los ciclos de innovación y sustitución, suscitó la evolución diferenciada de las directivas: la RoHS se orientó a la prevención – a través de la restricción de determinadas sustancias peligrosas en el diseño y fabricación de AEE-, y la RAEE se dirigió hacia la gestión de RAEE. Esta desalineación supuso también un desfase en la fecha de entrada en vigor de las directivas y de su trasposición a las normativas nacionales.

Como apoyo a la primera Directiva RAEE, la Comisión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio emitieron el Mandato M/336 sobre estandarización en el ámbito de RAEE. Fruto de este mandato, se publicó en el año 2005 la primera edición de la EN 50419 Marking of electrical and electronic equipment in accordance with Article 11(2) of Directive 2002/96/EC (WEEE), sobre la que se hizo un corrigendum, que quedó incorporado en la EN 50419:2006 y en las correspondientes normas nacionales de los países miembros de CENELEC - en España, la UNE-EN 50419:2006 Marcado de equipos eléctricos y electrónicos de acuerdo con el artículo 11(2) de la Directiva 2002/96/EC, sobre residuos de equipos eléctricos y electrónicos.

El hecho de que el número de la directiva esté incluido en el título y en el cuerpo de la norma comenzó a generar confusión desde la entrada en vigor de la Directiva RAEE2 (2012/19/UE), a pesar de que los requisitos del marcado permanecían vigentes. Por ello, se constituyó un grupo de trabajo dentro del CENELEC/TC 111X Environment para elaborar una nueva edición de la EN 50419, con el fin de presentar los requisitos de marcado independientes de las nuevas versiones de regulación. Además, se plantearon mejoras como diferentes posibilidades de utilización del símbolo del contenedor de basura con ruedas tachado combinado con la barra negra y/o la fecha de fabricación.

Otro mandato que ha impactado fuertemente en la actividad normalizadora del CLC/TC 111X Environment fue el M/518, vinculado también a la actual Directiva RAEE. Este mandato cubría la práctica totalidad de los aspectos relativos a los RAEE: recogida, logística, tratamiento y preparación para la reutilización.

Los expertos europeos del comité, entre ellos varios españoles, desarrollaron la Norma EN 50614 Requisitos para la preparación para la reutilización de los residuos de equipos eléctricos y electrónicos y la serie EN 50625 Requisitos para la recogida, logística y tratamiento de los RAEE. Esta serie consta de una parte general (-1), y dos subseries (-2 y -3), de las cuales una corresponde a requisitos de tratamiento específicos para productos determinados (por ejemplo, lámparas o pantallas planas) y otra con su correspondiente norma de descontaminación para ese producto. La parte 4 aborda la recogida y logística de RAEE. La serie se completa con el Informe CLC/TR 50625-6:2018 IN Requisitos de recogida, de logística y de tratamiento de los RAEE. Parte 6: Informe sobre la alineación entre la Directiva 2012/19/EU y la serie de Normas y Especificaciones Técnicas EN 50625 y la Norma EN 50614.

El informe explica cómo el comité CLC/TC 111X decidió no incluir anexos dentro de cada norma, sino elaborar un documento único donde se explica la distinción entre los requisitos normativos y los elementos informativos en los documentos de normalización; y, dentro de los normativos, especifica que no hay ninguna obligación de cumplimiento salvo que esta venga impuesta por legislación o por alguna relación contractual que haga referencia a cualquier norma. En su anexo informativo relaciona cada artículo de la Directiva RAEE con las normas desarrolladas bajo el Mandato M/518 que apoyan cada disposición.

A pesar de que estas normas están circunscritas al ámbito europeo por su relación directa con la Directiva RAEE, el comité homólogo internacional (IEC/TC 111 Environmental standardization for electrical and electronic products and systems) ha mostrado mucho interés por su estructura y contenido, y las está aprovechando como base para sus desarrollos normativos en e-Waste.

Tanto las normas como las especificaciones técnicas de la serie se han utilizado y han tenido muy buena aceptación, y se ha cumplido su ciclo de mantenimiento, de cinco y tres años, respectivamente. Aunque se han recibido algunas propuestas de modificaciones, no se justifica el inicio de una revisión urgente. Además, es posible que la Directiva RAEE se revise a corto plazo, y esto traerá consigo una actualización de la serie. No obstante, para no perder los valiosos comentarios que están llegando de los distintos usuarios, el grupo de expertos trabajará en un informe técnico que podrá servir de base para el mantenimiento de la serie.

Por su carácter transversal, la serie EN 50625 y la Norma EN 50614 contribuyen de manera evidente en otras áreas. El Estudio de la contribución de las normas técnicas a la economía circular publicado por UNE contiene estas referencias indicando las áreas de apoyo, visibilizando así su aplicabilidad fuera del ámbito del comité técnico. Asimismo, estas y otras normas del comité también están referenciadas en el informe Apoyo de la Normalización a la Transición Ecológica, que se estructura en distintas áreas temáticas que coinciden en materia y orden con las ocho líneas de actuación del Pacto Verde. También pone de manifiesto el apoyo de la normalización en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En resumen, por su vínculo con la legislación europea y nacional, y por el soporte de algunos de los grandes retos de la sociedad moderna, podemos elogiar el trabajo que están realizando los expertos en estandarización en el ámbito de RAEE, que aportan su experiencia en este proceso de mejora continua en sostenibilidad y transición ecológica.