La industria eólica mantiene una fuerte participación en los comités de normalización nacionales e internacionales, dado el factor estratégico que supone liderar la elaboración de estándares de diseño y desarrollo de nuevos productos. Muchos de los expertos del CTN 206/SC 88, secretariado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), forman parte de comités de IEC y CENELEC.
La actividad de normalización constituye un aspecto estratégico para el sector eólico desde sus inicios, por la necesidad de estandarizar el diseño de los complejos subsistemas que conforman la tecnología de los aerogeneradores.
La industria eólica tradicionalmente ha mantenido una fuerte participación en los comités técnicos de normalización nacionales e internacionales, dado el factor estratégico que supone liderar la elaboración de los estándares de diseño, para el desarrollo de nuevos productos y posicionarse en el mercado.
Así se pone de manifiesto en la Agenda Sectorial de la Industria Eólica, publicada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en 2019, en la que se identifica el apoyo a la normalización como una de las medidas prioritarias para apoyar a la industria eólica española.
La serie de Normas UNE-EN IEC 61400 sobre sistemas de generación de energía eólica es el estándar para el diseño, fabricación, instalación y mantenimiento de aerogeneradores y parques eólicos. Estas normas constituyen la referencia técnica para todas empresas del sector en el ámbito internacional y son pieza clave de la cadena de suministro eólica, que en España lidera la implementación de los ambiciosos objetivos de la transición ecológica.
El Subcomité CTN 206/SC 88 Sistemas de generación de energía eólica de UNE, cuya secretaría desempeña la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en la actualidad cuenta con más de 150 vocales y muchos de ellos participan como expertos en los comités internacionales y europeos de IEC y CENELEC.
UNE ha dado un salto cualitativo para seguir creciendo en su capacidad de responder a las necesidades de la sociedad. A pesar de ser un año tremendamente complicado, 2020 ha marcado un récord en publicación de normas con un total de 1.999 nuevas normas UNE, demostrando que la normalización sigue siendo una herramienta clave para dar solución a los retos a los que se enfrenta la sociedad.
No obstante, el nuevo escenario pos-COVID-19 y los fondos de recuperación constituyen una gran oportunidad para consolidad la actividad de normalización como verdadero tractor de la industria nacional e impulsar su competitividad. Se deben fortalecer las estructuras de normalización nacionales e incentivar la participación de un mayor número de expertos en los comités internacionales, para promover el liderazgo español en la redacción de nuevas normas de los sectores estratégicos de nuestro país.
Los sectores relacionados con la transición ecológica y la lucha contra el cambio climático van a seguir manteniendo un papel muy activo en la normalización, ya que sin duda deben proporcionar los instrumentos necesarios para conseguir que el cumplimiento del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) sea una realidad.
Otros campos que, en mi opinión, tendrán un papel destacado son los de la Transformación Digital y la Ciberseguridad, tanto de la industria como de las Administraciones públicas. En este campo la normalización puede desempeñar un papel dinamizador como facilitador de la aplicación de soluciones técnicas por parte de las organizaciones.