CTN 72 Iluminación y color

La iluminación es un aspecto clave para la sociedad, desde múltiples perspectivas: confort, ergonomía o eficiencia energética. Y es que, la luz es esencial para que las personas realicen actividades interactuando con su entorno. Por ello, además de los requisitos para los productos que forman parte de la instalación eléctrica, es necesario establecer metodologías y criterios que ayuden al cálculo, diseño y dimensionamiento de la iluminación necesaria y el modo de proporcionarla. Asimismo, se requiere abarcar, de forma conjunta, aspectos sobre eficiencia y durabilidad.

En el campo de las características de la luz e iluminación, el CTN 72 Iluminación y color hace seguimiento del europeo CEN/TC 169 y del internacional ISO/TC 274. Las normas que desarrollan hacen referencia a aspectos como la iluminación natural o la eficiencia, así como al modo de presentar los datos fotométricos (que miden la luz, como, por ejemplo, el brillo percibido por el ojo humano).

Respecto a la eficiencia energética, se destacan las normas de la serie UNE-EN 16798, que evalúan los sistemas técnicos del edificio. Su primera parte establece criterios generales para varios aspectos, incluyendo la iluminación. Esta serie se ha elaborado en el CEN/TC 156, seguido en España por el CTN 100 Climatización, pero la Norma UNE-EN 15193-1:2019 para el sistema técnico de iluminación (módulo M9) se publicó como en el comité europeo CEN/TC 169, así como las aplicables al diseño de espacios de trabajo (serie UNE-EN 12464).

Además, se cuenta con normas con criterios específicos para las vías de evacuación e iluminación de emergencia; así como iluminación de carreteras, túneles o instalaciones deportivas. También se desarrollan normas para avanzar en la transformación digital, como la reciente Especificación Técnica CEN/TS 17623:2021, que establece el modo de trasladar información de iluminación a modelos digitales de edificios (BIM).

Sobre báculos y columnas para alumbrado, el CEN/TC 50 ha publicado la serie de Normas UNE-EN 40, que define los requisitos que deben cumplir estos productos en función de su material (hormigón, acero, aluminio o materiales poliméricos reforzados con fibras), así como su verificación mediante ensayo o cálculo. Es importante destacar la obligación para el fabricante de emitir una declaración de prestaciones conforme a las normas emitidas armonizadas, en el caso de que su producto esté cubierto por alguna de ellas (en función del material del báculo, principalmente).

• Parte 1: General.
• Parte 2: Características, unificando las actuales partes 4 (hormigón armado y pretensado), 5 (acero), 6 (aluminio) y 7 (compuestos poliméricos reforzados con fibras).
• Parte 3: Diseño y verificación, unificando las actuales partes 3-1, 3-2 y 3-3.

El segundo desarrollo es la creación de una norma para la instalación, el mantenimiento y la retirada. Se busca contar con unas instrucciones adecuadas, que permitan aprovechar la vida útil de los productos y que su instalación sea segura. Tras su retirada, se considerarían aspectos de reciclaje y circularidad.

Para afrontar estos retos, es necesario contar con industria, laboratorios, administraciones públicas y otras partes interesadas, pero este comité mantenía una baja actividad desde hace varios años. Con el objetivo de potenciar la normalización en este sector, la Secretaría −ANFALUM− y UNE organizaron una sesión informativa en noviembre de 2020, donde se recogió el interés de nuevas organizaciones en participar en el Comité.

En febrero de este año se realizó una reunión del CTN 72, donde se aprobó la modificación del título (que pasará a ser Sistemas de alumbrado y características de iluminación y color) y el campo de actividad, así como una estructura de subcomités para organizar los trabajos: SC 1 Iluminación interior; SC 2 Iluminación exterior, y SC 3 Báculos y columnas para alumbrado.

El CTN 72 tiene, como tarea adicional, revisar las normas netamente nacionales, que tienen una elevada antigüedad, para determinar si su contenido hace necesaria su revisión o anulación.

La iluminación tiene un carácter transversal a muchas industrias y servicios, por lo que tiene la relación con las actividades de otros comités, que cubren aspectos como por ejemplo las luminarias, suyos requisitos se normalizan en el CTN 205 Lámparas y equipos asociados, que hace seguimiento del IEC/TC 34 Lighting y del CLC/TC 34 Lighting. Además de los aspectos de eficiencia energética del CEN/TC 156 comentados antes, se está trabajando en iluminación de clínicas dentales (ISO/TC 106/SC 6 Dental equipment), ergonomía e iluminación (ISO/TC 159/SC 4 Ergonomics of human-system interaction) o el intercambio de datos sobre luminarias en ciudades inteligentes (ISO/TC 286/SC 1/WG 4 Data  exchange and sharing for smart community infrastructures).

Es importante destacar también la rapidez con que el sector ha desarrollado especificaciones para cubrir necesidades urgentes, como por ejemplo la UNE 0068 Requisitos de seguridad para aparatos UV-C utilizados para la desinfección de aire de locales y superficies, publicada hace un año para hacer frente al COVID-19. Por último, cabe destacar que la iluminación influye también en aspectos como las ventanas, por la iluminación natural, la orientación de los edificios o la ergonomía y salud en los espacios de trabajo. Por tanto, el CTN 72 es una herramienta para que la industria de iluminación y alumbrado pueda adelantarse al desarrollo de los requisitos técnicos aplicables, participando en los organismos europeos e internacionales de normalización.  

La iluminación adaptada a cada actividad garantiza el confort visual, elimina riesgos fotobiológicos, ayuda a mantener un nivel enérgico adecuado y reduce la fatiga.

Para nuestra sostenibilidad debemos reducir drásticamente el consumo de recursos y energía debidos a la iluminación artificial sin que se reduzca su calidad.

Los LED han provocado una gran transformación en el sector de iluminación, no preparado para un cambio tecnológico radical en poco tiempo. Como consecuencia de la falta de una buena adecuación de la normativa a la tecnología LED, en muchas aplicaciones la iluminación se ha transformado hacia el menor valor y más deslocalizado, mayor deslumbramiento, más riesgos para la salud de las personas, menos durabilidad, más coste de gestión de incidencias y más generación de residuos.

Vivimos con exceso de información que en ocasiones es contradictoria. Por ello, es necesario el establecimiento de criterios que deban utilizar los consumidores en sus decisiones de compra para asegurar que eligen buenas soluciones a largo plazo. Las normas técnicas son una herramienta fundamental para esto. El nuevo comité técnico de normalización sobre iluminación se crea para ayudar a re-evolucionar la iluminación hacia el valor sostenible para el bienestar de las personas y del planeta. En el estado de la ciencia y la técnica tenemos herramientas suficientes para, con decisión y acción, normalizar, crear buenas reglas y asegurar que se cumplen.