La crisis del coronavirus ha acelerado la transformación digital en la que trabajan desde hace años Administraciones públicas, empresas privadas y otros agentes. La normalización es un pilar básico para alcanzar su éxito, estableciendo un lenguaje común y aportando seguridad y confianza. En este reportaje explicamos los porqués y conocemos la visión de las Administraciones y entidades privadas.
Es una realidad que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) están modificando de forma sustancial tanto nuestra forma de relacionarnos como la manera de enfocar y desarrollar los negocios.
Y aunque tradicionalmente la tecnología ha impulsado cambios en la forma de trabajar e interrelacionarnos, el ritmo en que esto está sucediendo se está acelerando de forma vertiginosa. A ello ha contribuido decididamente la pandemia del coronavirus, impulsando el trabajo a distancia y poniendo a prueba la continuidad del negocio de las organizaciones.
Todo ello ha llevado a que la sociedad se encuentre inmersa en un irrefrenable proceso de transformación digital, del que debe aprovechar las infinitas oportunidades que las nuevas tendencias tecnológicas ofrecen, especialmente en situaciones de crisis como la actual.
La Comisión Europea reconoce que las políticas de transformación digital y transición ecológica requieren del soporte de los estándares
Coherentemente con estos cambios, la transformación digital es uno de los cuatro ejes transversales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia publicado por el Gobierno. Junto con la transición ecológica, la igualdad de género y la cohesión social y territorial, la transformación digital de España se convierte en una de las palancas fundamentales para relanzar el crecimiento económico de nuestro país.
Si bien la digitalización está presente en todas y cada una de las diez políticas que forman parte del Plan, cabe destacar la que hace referencia a la modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme. El objetivo es impulsar la productividad de la industria y servicios de nuestro país, mediante la digitalización de la cadena de valor, la colaboración público-privada y la participación de todos los agentes económicos.
Todo ello en línea con el nuevo modelo de industria para Europa, que centra su atención en 14 áreas industriales prioritarias (ecosistemas industriales) que se van a utilizar como ejes para el funcionamiento del mercado único y la recuperación económica, orientando la economía europea hacia objetivos ecológicos, digitales y de resiliencia.
Un nuevo modelo que sigue apoyándose en el sistema de normalización como medio para aumentar el tamaño de los mercados, proporcionar seguridad jurídica e impulsar la competitividad de la industria.
La transformación tecnológica de la economía y de la sociedad española se apoya igualmente en la Agenda España Digital 2025 del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Esta Agenda, que contempla 48 medidas agrupadas en diez ejes estratégicos, se convierte en el principal instrumento para hacer efectivo este proceso, al tiempo que servirá también para impulsar la transición ecológica que debemos abordar.
Como reconoce la propia Comisión Europea (CE), las políticas de transformación digital y transición ecológica requieren del soporte de los estándares.
Los organismos europeos de normalización CEN, CENELEC y ETSI deben coordinar sus planes estratégicos con los objetivos de la CE para dar respuesta a esta doble transición y al plan de recuperación de acuerdo con los 14 ecosistemas.
Y la Asociación Española de Normalización, UNE, como miembro español, colaborará en la elaboración de los planes de trabajo y contribuirá desde la normalización nacional a la recuperación económica de Europa y de España.
En este sentido, UNE cuenta con un programa de normalización en el ámbito de las TIC, que posibilita a las organizaciones españolas influir en los desarrollos normativos internacionales y que está a disposición de la Administración Pública como herramienta eficaz para el despliegue de sus políticas en este campo.
Un importante número de comités técnicos de normalización abordan ya muchos de los aspectos contemplados en los diez ejes estratégicos de España Digital 2025. En estos se han elaborado más de 2.600 normas UNE en el ámbito de las TIC que establecen el lenguaje común entre todas las partes.
La ciberseguridad, la economía del dato, la inteligencia artificial y otras tecnologías habilitadoras digitales cuentan ya con estándares internacionales que además de proporcionar seguridad y confianza a las organizaciones favorecen el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El comité técnico de normalización CTN 71 de UNE, bajo el impulso de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, fomenta la actividad de normalización en materia de Tecnologías Habilitadoras Digitales (THD).
El objetivo de este CTN es contribuir al desarrollo y liderazgo de la industria tecnológica digital nacional y a la aceleración y sostenibilidad de los procesos de transformación digital de todos los sectores productivos y de la sociedad.
Su campo de actividad contempla el desarrollo de estándares sobre inteligencia artificial y Big Data, Internet of Things (IoT), servicios y plataformas para aplicaciones distribuidas, blockchain y tecnologías de registro distribuido, entre otros.
Este comité aborda también otro de los aspectos clave sobre los que se articula el proceso de transformación digital y que también recoge la Agenda España Digital 2025: la formación en competencias digitales.
Así, el comité CTN 71/SC 428 se centra en la normalización de un lenguaje común sobre las competencias, destrezas y conocimientos del ámbito profesional TIC y digital en todos los sectores de actividad.
Las normas UNE para la transformación digital contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
Por su parte, el CTN 320 Ciberseguridad y protección de datos personales trabaja en el desarrollo de estándares que dan respuesta a los nuevos retos relacionados con la ciberseguridad, en aspectos como la evaluación de la seguridad de los productos de Tecnologías de la Información (TI), la seguridad en la nube, seguridad IoT, protección de datos personales y privacidad de las personas, competencias en ciberseguridad y protección de datos, etc.
Mientras, la conectividad digital y el impulso de la tecnología 5G, caen bajo el paraguas del CTN 133, Telecomunicaciones. Este comité, presidido por la Subdirección General de Operadores de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, es el responsable de un amplio catálogo de estándares nacionales e internacionales que constituyen el soporte para estas infraestructuras y que son esenciales para el cumplimiento de la legislación europea.
La ciberseguridad, la economía del dato, la inteligencia artificial y otras tecnologías habilitadoras digitales cuentan ya con normas
En lo que se refiere a la digitalización de la industria cabe destacar la actividad de normalización de dos comités: el CTN 203/SC 65 que contempla entre otros, los aspectos de conectividad, medida, control y ciberseguridad de los procesos industriales; y el CTN 116 sobre sistemas industriales automatizados.
En este sentido, merecen especial atención dos especificaciones ya publicadas (UNE 0060 y UNE 0061) que definen un sistema de gestión para guiar el proceso de digitalización de las empresas industriales de cualquier tamaño, tomando particularmente en consideración las necesidades y limitaciones de las PYME. Han sido desarrolladas con el impulso del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Desde el punto de vista sectorial, hay también en UNE comités técnicos de normalización que contienen una componente significativa de estándares TIC en sus programas de trabajo, que podrían aportar soluciones técnicas a algunos de los proyectos tractores que se plantean en la Agenda.
Así, en relación con la Salud Digital, el CTN 139 Tecnologías de la información y las comunicaciones para la salud dispone de un gran número de normas que facilitan la interoperabilidad entre sistemas y dispositivos, garantizando al mismo tiempo la seguridad y privacidad de los pacientes.
En lo que se refiere a la movilidad digital sostenible, el CTN 159 Sistemas inteligentes de transporte desarrolla normas de la telemática aplicada al transporte y circulación por carretera, incluyendo todos los elementos que facilitan la operatividad intermodal con otros medios de transporte.
En el caso del turismo inteligente, el CTN 178/SC 5 Destinos turísticos inteligentes es el responsable de elaborar estándares que contribuyan a fomentar la digitalización del sector.
En definitiva, toda esta actividad de normalización busca generar confianza en los productos y servicios digitales y ayudar a las organizaciones a superar con éxito los retos que plantea todo este proceso de transformación digital. Y, sin duda, refleja el compromiso de UNE y de todos los agentes económicos y sociales que participan en la elaboración de las normas por contribuir al fortalecimiento del sector tecnológico nacional.
España tiene, por primera vez en una década, una hoja de ruta para abordar la transformación digital. La estrategia España Digital 2025, aprobada en julio, se compone de un conjunto de medidas agrupadas en 10 ejes estratégicos.
Tomando como punto de partida las fortalezas existentes, esta estrategia se orienta a impulsar un crecimiento más sostenible e inclusivo, apoyado por las transiciones digital y ecológica. La extensión de la conectividad y el impulso al 5G son dos de esos ejes.
La conectividad se articula como la infraestructura imprescindible para garantizar el acceso a la sociedad digital a toda la ciudadanía en todo el territorio; pero también como elemento imprescindible para asegurar que la actividad económica, social, asistencial o de ocio se puede desarrollar de manera efectiva. La pandemia COVID-19 nos ha mostrado cuán importante han resultado las infraestructuras digitales para mantener activa la sociedad.
La tecnología 5G añade un paso más. Sus características técnicas (muy alta velocidad, baja latencia y elevada densidad) impulsarán cambios disruptivos; no solo mejorando las comunicaciones personales, sino sobre todo en las comunicaciones industriales, de negocio, entre máquinas, proporcionando una oportunidad transformadora para nuestro país.
5G supondrá inversiones superiores a 5.000 millones de euros y la creación de más de 300.000 puestos de trabajo en nuestro país.
España Digital 2025 se incorpora como una de las grandes líneas para los proyectos de inversión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno.
Los países y empresas europeas necesitan reglas claras sobre cómo compartir datos, así como normas comunes para conseguir que estos sean la base de productos y servicios innovadores.
También es crucial asegurar la interoperabilidad y la calidad de los datos. Urge desarrollar herramientas y estándares para garantizar que:
La nueva estrategia de datos de la UE promueve el desarrollo de espacios comunes de datos, y permitirá a las empresas europeas beneficiarse de datos generados en cualquier lugar de la Unión; por ejemplo, poniendo a su disposición de forma gratuita datos de alto valor del sector público y normalizados.
Además, favorecerá la disposición de espacios de almacenamiento y procesamiento de confianza. En Europa aseguraremos que las compañías puedan utilizar los datos, respetando los más altos estándares de protección de datos y ciberseguridad.
En resumen, los organismos de normalización europeos tienen un importante reto para producir estándares que aseguren la interoperabilidad de servicios y aplicaciones de datos, su calidad y seguridad; favorecer su uso y reutilización en diferentes sectores, así como su adecuada protección.
La Comisión continuará fomentando y apoyando el desarrollo de estos estándares, que se convertirán en palanca de la transformación digital de nuestra economía y sociedad.
La trágica pandemia que estamos viviendo ha situado a la digitalización en un lugar prioritario de las agendas política, económica y social.
La pandemia ha acelerado la transformación digital, incrementando exponencialmente el teletrabajo, impulsando la teleeducación, reforzando la telemedicina, potenciando el comercio electrónico, estimulando el entretenimiento on line y favoreciendo el uso de las redes sociales.
Estos efectos digitales de la pandemia nos han afectado a todos sin excepción: Administraciones Públicas, empresas y particulares, pudiendo afirmar que los que mejor han sobrevivido a la misma son los que más digitalizados estaban.
Ahora, al pensar en la recuperación hay que aprovechar el impulso acelerador de la transformación digital, sacando el máximo beneficio de todo lo avanzado, buscando los equilibrios necesarios entre lo presencial y lo remoto y haciendo frente a los nuevos retos que se derivan de la intensificación de la digitalización.
Todas las empresas deben poder vender, comprar y autogestionarse digitalmente, con independencia de su tamaño. Las grandes pueden disponer de más medios para conseguirlo, pero las pequeñas cuentan con características muy adecuadas para el entorno digital como son su flexibilidad, agilidad y dinamismo.
Es importante empezar por un autodiagnóstico del nivel actual de digitalización, que sirva de base para plantear una estrategia que permita identificar las acciones necesarias para llegar a alcanzar el grado de digitalización óptimo. Su ejecución es la clave del éxito.
Para hacer frente a esta crisis hay que superar muchas dificultades y muy complejas, sin lugar a duda, pero podemos encontrar un potente aliado en la digitalización.
Si antes de la pandemia sabíamos que la digilización era necesaria, ahora sabemos que además, es urgente. España apuesta claramente por la digitalización, dedicando 19.600 millones de euros, es decir, un 27 % de los fondos europeos Next Generation a este concepto.
La propuesta que desde AMETIC, en representación de la Industria Digital, hemos debatido ampliamente y expusimos en el 34º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, se basa en tres ejes claves:
Con el objetivo de que España no solo sea consumidor de tecnología digital, sino también productor y exportador.
No son fondos para arreglar cuentas de resultados a corto plazo, son fondos Next Generation para para crear tejido industrial y empleo de calidad que mejore nuestra competitividad.
Ya tenemos un plan y los recursos, ahora tenemos que trabajar el sector público y privado unidos en su ejecución. Quizás este sea ahora el gran reto; crear un equipo de buenos profesionales del sector público y privado para ejecutar de forma correcta estos planes, cumpliendo los objetivos marcados por Europa y las expectativas de los ciudadanos.
Para poder asumir con éxito esta nueva época de cambios, las organizaciones necesitan rodearse de profesionales altamente motivados y competentes; no solo en aquellas áreas de su especialización sino en un conocimiento más transversal del contexto organizativo y, sobre todo, de cómo las nuevas tecnologías y los nuevos paradigmas pueden facilitar el logro de sus objetivos y del conjunto de la organización.
No vivimos una era de cambios sino un cambio de era, donde lo único que va a ser constante es precisamente el propio cambio, por lo que los profesionales debemos cambiar también y ayudar a que las organizaciones sean ágiles, dinámicas y elásticas.
En esta necesidad constante de adaptación, la Administración Pública y la normalización de UNE juegan un papel fundamental para definir estrategias y aportar rigor. Se trata de una estrategia que debe ser complementada respecto de la necesidad de formación iterativa, permanente y actualizada de las organizaciones por las asociaciones profesionales como es el caso de itSMF España.
Esta Asociación pone en contexto, respecto de aquellas materias para las que no exista un conocimiento reglado o aún no se haya definido un cuerpo de conocimiento o metodología, la experiencia vivida por otros profesionales que permitan aprender y mejorar al conjunto de la profesión.
El advenimiento de la era digital nos ha conducido a una época de cambios que conlleva enormes oportunidades y grandes amenazas. Como profesionales debemos prepararnos adecuadamente porque jamás podemos obtener nuevos resultados haciendo lo mismo.