CTN 26 Vehículos de carretera

La industria española de automoción tiene una fuerte relevancia económica y social para España, ya que nuestro país es el noveno fabricante mundial y segundo de Europa (siendo el primer fabricante de vehículos comerciales). Este sector representa el 10 % del PIB y el 19 % del total de las exportaciones españolas. Además, emplea al 9 % del total de la población activa.

En 2019 se produjeron cerca de tres millones de vehículos, de los que un 80,2 % corresponden a turismos y todoterrenos; el 18,8 % a vehículos comerciales ligeros y el 1% restante, a vehículos industriales.

El sector del automóvil está viviendo su propia revolución, dirigida a un transporte más seguro, eficiente y sostenible, en un entorno global y de competencia internacional, para lo cual el avance de las tecnologías digitales se está convirtiendo en un elemento clave.

Para poder hacer frente a estos retos, las normas son una herramienta clave que permiten la interoperabilidad, compatibilidad y la continuidad y explotación operativa del sector. Además, favorecen la cooperación entre los fabricantes, entidades de ensayo y autoridades involucradas en la aprobación de vehículos.

En el campo mundial, el referente es UNECE (United Nations Economic Commission for Europe) que tiene una división específica para transporte donde incluyen un foro mundial para la armonización de reglamentación de vehículos.

Por este motivo el desarrollo de normas internacionales sobre vehículos de carretera tiene prioridad sobre el resto de los proyectos de normalización, quedando el desarrollo de normas europeas básicamente para dar respuesta a mandatos europeos.

En Europa, existen distintas estrategias encaminadas a conseguir que los vehículos sean eléctricos, conectados y autónomos. Por ejemplo, la ERTRAC (European Road Transport Research Advisory Council) ha diseñado el mapa de ruta que hay que seguir por el sector para conseguir alcanzar estos objetivos para 2050 o la Directiva 2010/40/UE que establece un marco para la implantación de los sistemas de transporte inteligentes (STI).

Mientras, en España, el Gobierno ha creado el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de la Automoción 2019-2025 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

El campo de actividad del CTN 26 Vehículos de carretera es la normalización sobre aspectos de terminología, seguridad, especificaciones y ensayos, así como de compatibilidad e intercambiabilidad, a lo largo de todo el ciclo de vida de:

• Vehículos de carretera para el transporte de personas y mercancías, como automóviles, motocicletas, ciclomotores, remolques, semirremolques, conjuntos de vehículos y vehículos articulados, etc.
• Vehículos con conductor a bordo no destinados a circular por la vía pública, como motos de campo, mini-motos, karts, vehículos todo-terreno, etc.
• Piezas y componentes de estos vehículos.

Quedan excluidos los vehículos y aquellos temas específicos que sean competencia de otros comités, como vehículos contra incendios, UVI móviles, vehículos para obras públicas, tractores, carretillas, etc.

Este CTN está compuesto por 40 vocalías, representantes de la Administración pública y autonómica, organismos de control, asociaciones sectoriales, fabricantes de componentes, marcas de automoción y centros de investigación.

La Presidenta del CTN 26 es Arancha García, Directora del área de Industria y medio ambiente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Por su parte, la Secretaría la desempeña Carmen Torrente (ANFAC).

El CTN 26 cuenta con un plenario y 11 subcomités para equipamiento eléctrico y electrónico; ciberseguridad; alumbrado; ciclomotores, motocicletas y otros vehículos ligeros motorizados; vehículos; seguridad; ergonomía; aspectos específicos de vehículos comerciales, autobuses y trailers; vehículos que utilizan combustibles gaseosos; dinámica de los vehículos y vehículo eléctrico.

Este CTN tiene cerca de 300 normas vigentes. Entre otras, se encuentran la UNE-EN ISO 15118-1:2019 Vehículos de carretera. Interfaz de comunicación entre el vehículo y la red eléctrica. Parte 1: Información general y definición de casos de uso. (ISO 15118-1:2019).

Además, destaca la UNE-EN 17186:2019 Identificación de compatibilidad de vehículos e infraestructuras. Expresión gráfica para información del consumidor sobre la fuente de alimentación EV.

Otra Norma es la UNE-EN ISO 18541-5:2019 Vehículos de carretera. Acceso normalizado a la información de reparación y mantenimiento de los automóviles (RMI). Parte 5: Disposición específica para vehículos pesados. (ISO 18541-5:2018).

Entre las normas en elaboración, se encuentran el PNE-EN ISO 17409 Vehículos de carretera propulsados eléctricamente. Transmisión de potencia conductiva. Re-quisitos de seguridad. (ISO 17409:2020).

Además, figura el PNE-EN ISO 18243:2019/prA1 sobre especificaciones de ensayo y requisitos de seguridad para sistemas de baterías de ión-litio para ciclomotores y motocicletas propulsados eléctricamente.

Como ejemplos de la rapidez de respuesta del CTN 26 a las necesidades del sector, está la reactivación del CTN 26/SC 10 Vehículo eléctrico.

Más reciente es la creación de un grupo de trabajo de Ciberseguridad (CTN 26/SC1/GT 1) que participa en los grupos de trabajo de normalización internacionales.

Además, el futuro pasa por el vehículo autónomo conectado, participando en el ISO/TC 22/SC 31 Data communication que se encarga de la normalización de la comunicación de datos para aplicaciones de vehículos.

Desde hace décadas la normalización es un pilar fundamental para el sector de la automoción, configurándose como una herramienta eficaz para el mantenimiento de la competitividad y permitiendo establecer unas pautas de calidad en toda la cadena de valor, desde la concepción del vehículo hasta el final de su vida útil. Así, en un entorno totalmente globalizado y altamente competitivo como el que afronta la industria de la automoción, la normalización es una herramienta estratégica para hacer frente a los retos desde un plano innovador y de desarrollo sostenible.

En la actualidad, uno de los mayores retos al que se enfrenta el sector del automóvil y la sociedad es el del cambio climático. El Acuerdo de París se configuró como la respuesta internacional más ambiciosa hasta la fecha frente a este reto, habiendo evolucionado al objetivo estratégico de alcanzar en 2050 una economía europea neutra en carbono.

En este marco, si bien todas las tecnologías deben contribuir en esta transición energética, el vehículo eléctrico se posiciona como la piedra angular de la movilidad del futuro. Por ese motivo, a finales de 2019 se reactivó el Subcomité 10 Vehículo eléctrico, cuyo objetivo pasa por llevar a cabo el seguimiento de todo el marco normativo que se está desarrollando en torno al vehículo eléctrico, en el ámbito internacional o europeo. Así, el sector de la automoción y todo el ecosistema de la electromovilidad podrán aportar su experiencia y conocimiento en la definición de los requisitos técnicos de las pruebas de colisión, el desarrollo de las pruebas de carga operativa del motor o la determinación de los requisitos de seguridad e interoperabilidad para la carga inalámbrica, entre otros. Este Subcomité permitirá participar activamente en el establecimiento de un criterio de normalización para aquellos aspectos específicos del vehículo eléctrico, sus sistemas de propulsión y los componentes relacionados.