Los bosques componen un tercio de la superficie terrestre. Son fundamentales para combatir el cambio climático y para la preservación de la biodiversidad. La deforestación y la desertificación suponen importantes riesgos para la calidad de vida y para el desarrollo sostenible. Por ello, con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15 de Naciones Unidas se pretende instaurar un sistema de gestión forestal y de la diversidad biológica efectivo, con el objetivo de revertir la degradación de la tierra y la pérdida de especies de fauna y flora que conforman el patrimonio natural.
En España, montes y bosques constituyen un elemento fundamental para el desarrollo socioeconómico y para el mantenimiento de ecosistemas y, sobre todo, de entornos rurales. El éxodo masivo de la población a los centros urbanos ha supuesto cierta amenaza para la estabilidad de pequeñas poblaciones que, al verse en abandono, presentan más posibilidades de ser atacadas por incendios, plagas y enfermedades.
Junto al aumento de inversión en generación de empleo en medios rurales, la acción gubernamental parte del fortalecimiento de los mecanismos de evaluación ambiental de programas de aplicación de planes de desarrollo sostenible en sectores que influyan en la preservación de los ecosistemas terrestres, como el agrícola, el turístico, el energético o el de transportes.
Además, entre sus objetivos se encuentran, el de combatir la caza furtiva, el tráfico de especies protegidas de fauna y flora y prevenir la introducción de especies exóticas invasoras.
Normas UNE
La Asociación Española de Normalización, UNE, ayuda a las organizaciones a la consecución de este ODS a través de 200 normas en UNE. Los estándares son una guía de primer nivel en los ODS, ya que contienen el consenso, buenas prácticas y colaboración que demanda este desafío global.
Las normas aplicables a la consecución de las metas del ODS 15 son varias y transversales, pues se relacionan con otros muchos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Especialmente, con el ODS 13 Acción por el clima, con el que comparte, sobre todo, las regulaciones en el ámbito de la gestión ambiental. En esta línea, y de forma específica para los casos de degradación de la tierra, destaca la Norma UNE-ISO 14055-1 Gestión ambiental. Directrices para el establecimiento de buenas prácticas para combatir la degradación de la tierra y la desertificación. Parte 1: Marco para las buenas prácticas.
De hecho, en la Organización Internacional de Normalización (ISO) se está promoviendo un Comité Técnico de Normalización sobre biodiversidad.
Gestión forestal
En cuanto a la deforestación y planificación forestal, son fundamentales las normas de gestión forestal sostenible, desde la UNE 162001 hasta la UNE 162004, que abarcan la terminología y los criterios e indicadores y la cualificación de los auditores y las entidades de certificación.
Estas normas se complementan con las de productos de origen forestal, que abarcan desde los biocombustibles sólidos hasta los transformados de la madera, como papel, puertas, mobiliario, etc.
Uno de los mercados emergentes en los últimos años lo comporta la producción y venta de productos de origen biológico, íntimamente relacionados con el sector agrícola y ganadero y, por ende, con los ecosistemas terrestres y la explotación de recursos naturales.
Para su regulación, existe una valiosa normativa de carácter actual, en la que destacan la Norma UNE-EN 16751 Productos de origen biológico. Criterios de sostenibilidad, la Norma UNE-EN 16760 Productos de origen biológico. Análisis del ciclo de vida y la Norma UNE-CEN/TR 16957 Productos de origen biológico. Directrices para el inventario del ciclo de vida (ICV) para la fase final de su vida útil.
También destaca la Norma UNE-ISO 18065 Turismo y servicios relacionados. Servicios turísticos para el uso público prestados por el ente gestor del espacio natural protegido. Requisitos, la Norma UNE 183001 Alojamientos rurales. Requisitos para la prestación del servicio y la Norma UNE 184001 Campings y ciudades de vacaciones. Requisitos para la prestación del servicio.
CARBOCERT
Por otro lado, desde la Dirección de Cooperación y Relaciones Internacionales de UNE se trabaja a través del proyecto CARBOCERT (Grupo Operativo financiado por el Ministerio de Agricultura español y la UE) para que se diseñen y experimenten determinadas prácticas agrícolas en cultivos esenciales mediterráneos.
El objetivo buscado no sólo está orientado a que se mitiguen elementos que deterioran clima (captura de carbono) sino también a aplicar técnicas innovadoras que permitan atenuar el empobrecimiento y degradación de los suelos y los ecosistemas.