En 2006 se publicó la primera edición de la Norma UNE 166006, que ayudaba a utilizar la vigilancia tecnológica como una herramienta para mejorar las actividades de I+D+i en empresas y otras organizaciones. En 2011 se llevó a cabo su primera revisión, que consistió en incluir el concepto de inteligencia competitiva, complementando la búsqueda y tratamiento de información con su análisis y utilización para la toma de decisiones. Ahora, en 2018 se ha publicado la tercera edición de la norma, que ha puesto al día las prácticas propuestas y cubierto nuevas necesidades de los usuarios en un sector que siempre requiere una rápida evolución.
El grupo de trabajo GT 6 del CTN 166 Actividades de I+D+i ha trabajado desde finales de 2016 en esta revisión. Ha contado con una participación de más de 40 expertos destacados en el ámbito nacional sobre este tema, pertenecientes a empresas, universidades, asociaciones, centros tecnológicos y de investigación, la Oficina Española de Patentes y Marcas, proveedores de servicios de vigilancia e inteligencia, evaluadores de la conformidad y agentes de la propiedad industrial, entre otros. Durante su fase de información pública se han incluido varias aportaciones adicionales de los propios usuarios de la norma, recibidas a través de la herramienta de revisión de proyectos de normas disponible en la web de UNE https://srp.une.org/. Algunos de estos comentarios han llegado de países latinoamericanos como Perú, Colombia o Chile, donde este documento también despierta gran interés.
Todo este trabajo ha dado como resultado la nueva Norma UNE 166006 Gestión de la I+D+i: Sistema de vigilancia e inteligencia, que ayudará a las organizaciones a anticiparse a los cambios en su entorno, aprovechar oportunidades, reducir riesgos y amenazas, identificar líneas de mejora, proponer nuevas ideas o proyectos de I+D+i, identificar nuevos colaboradores y descubrir las señales débiles que puedan marcar su futura evolución.
La nueva versión unifica los conceptos de vigilancia e inteligencia en uno solo, sin indagar en las fronteras entre ambos. Por el contrario, centra la atención en un proceso conjunto que facilita la toma de decisiones, ya sean estratégicas u operativas, fundamentadas en información relevante, fiable y a la que previamente se haya aportado valor. Asimismo, se han eliminado los adjetivos tecnológica y competitiva de la vigilancia y la inteligencia, respectivamente. En el marco actual, no sólo la tecnología debe ser determinante, sino que muchas otras variables, ya sean económicas, políticas, sociales, ambientales, etc. deben tenerse en cuenta para la toma de decisiones. Por otro lado, existe una abundante literatura de consulta sobre aplicaciones específicas como inteligencia competitiva, estratégica, de negocio, etc. Dichas especificidades, aparte de estar siempre interrelacionadas entre sí, no influyen sustancialmente en cómo han de gestionarse las actividades. Por este motivo se ha prescindido en esta versión de discusiones sobre cuál debería ser el ámbito concreto de la inteligencia, buscando una norma más actual y abierta, que se centre en los procesos, su gestión e impacto para las organizaciones que la utilicen, con un campo de aplicación más amplio y versátil.
Aparte de la evolución del concepto central, esta revisión incluye varias novedades más. En primer lugar, se ha adoptado la estructura de alto nivel de ISO para todas las normas de sistemas de gestión, lo que facilita a los usuarios una implementación conjunta y más eficiente. Esta estructura reorganiza de un modo más racional los contenidos y añade algunos nuevos, como el capítulo 4 Contexto de la organización o el 7 Apoyo, bajo el que se han incluido algunos conceptos de la versión anterior y otros nuevos. Entre ellos se puede destacar la vigilancia e inteligencia en red, así como las indicaciones para aplicar la norma en esos entornos compartidos, la prospectiva y previsión y el modo de utilizarlas aquí, o las técnicas de visualización de la información para facilitar su tratamiento, análisis y comunicación. También se ha profundizado en la descripción de otros aspectos como los roles necesarios en el sistema y las competencias asociadas a dichos roles. El capítulo 8 Operación es otro que se ha revisado en mayor profundidad. Incluye una sustancial mejora en la descripción del proceso, especificando y describiendo con más detalle las fases habituales y las técnicas comúnmente utilizadas para la realización de las actividades de vigilancia e inteligencia, y la obtención de sus productos y resultados.
Los usuarios de la versión anterior de la norma encontrarán que se han simplificado y reorganizado los requisitos. Anteriormente dispersos entre varios capítulos, los requisitos fundamentales se agrupan ahora por cada tipo de producto de la vigilancia y la inteligencia, para los que hay que definir y documentar cómo se realizan las diferentes fases del proceso: el control de las fuentes de información, búsqueda, tratamiento, puesta en valor, distribución y almacenamiento de la información. Asimismo, todos los requisitos relativos a la subcontratación de servicios externos para desarrollar todas o algunas de estas actividades se han agrupado en un único capítulo, facilitando su identificación y aplicación. Esto es importante, ya que esta norma se utiliza en muchas ocasiones como especificación de compra para la externalización de la vigilancia e inteligencia a proveedores especializados en estos servicios.
La Revista de la
Normalización Española
