El control del aislamiento térmico en el proyecto es el primer paso para garantizar las prestaciones finales del edificio y reducir su demanda energética. La nueva Norma UNE 92325:2018 permite al inspector de la obra verificar la correcta puesta en obra del aislamiento térmico en tres fases: control del aislamiento térmico en el proyecto, control durante la instalación y control de la obra terminada. En este artículo se analiza el contenido de este nuevo documento elaborado en el comité técnico CTN 92.
Álvaro Pimentel
Vocal
CTN 92 Aislamiento térmico
La vida de todo producto de construcción se puede dividir en tres fases diferenciadas: fabricación, instalación y mantenimiento. La de fabricación, considerando el diseño y la producción, es una fase madura, con mucho conocimiento acumulado, tan documentada como regulada. La antigua Directiva Europea de Productos de Construcción 89/106/CEE y el actual Reglamento Europeo de Productos de Construcción (UE) Nº 305/2011 establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción a través de normas europeas; y contemplan medidas de control por parte de los Estados miembro. Sin embargo, las fases de instalación y mantenimiento no están tan reguladas ni documentadas, delegando muchas veces la responsabilidad en el conocimiento del instalador y el criterio del inspector. Pero hay que tener en cuenta que todas ellas son igual de relevantes, porque sólo un producto bien fabricado, correctamente instalado y adecuadamente mantenido cumple su función a lo largo de su vida útil.
Todo esto cobra especial importancia en el aislamiento térmico de los edificios. Los edificios en Europa consumen más del 40 % de la energía, por encima de los otros dos grandes consumidores, industria y transporte. En España este porcentaje es algo menor, pero sigue teniendo gran relevancia por la alta dependencia energética del exterior. El aislamiento térmico es el factor que tiene mayor potencial de reducción de demanda energética de los edificios, y a un menor coste. Además, proporciona confort al usuario, pero para disfrutar de estas ventajas es necesario utilizar los aislamientos adecuados, correctamente instalados y mantenidos en el tiempo de forma óptima.
En este marco, el comité técnico de normalización CTN 92 Aislamiento térmico cuya secretaría desempeña la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (ANDIMAT), acaba de revisar la Norma UNE 92325 Productos de aislamiento térmico en la edificación y cerramientos acristalados. Control de la instalación. La nueva Norma UNE 92325:2018, publicada en mayo, permite al inspector de la obra, ya sea el jefe de la misma, el director de calidad o el inspector de una entidad de control independiente, verificar la correcta puesta en obra del aislamiento térmico en tres fases: control del aislamiento térmico en el proyecto, control durante la instalación y control de la obra terminada.
Garantizar prestaciones finales
El control del aislamiento térmico en el proyecto es el primer paso para garantizar las prestaciones finales del edificio. La Norma UNE 92325 ayuda a que el aislamiento térmico en el proyecto esté correctamente identificado, dimensionado y ubicado, incluyendo el tratamiento de los puentes térmicos y los detalles de ejecución. El control en obra, que incluye la recepción de materiales, instalación y control final, se lleva a cabo mediante una serie de listas de comprobación, convirtiendo a la Norma UNE 92325 en una herramienta práctica en obra. La norma tiene un primer anexo que recoge los criterios de control generales y comunes a todos los aislamientos; y una segunda serie de anexos para los requisitos de control específicos de los siguientes productos: poliestireno expandido (EPS), poliestireno extruido (XPS), lana mineral (MW), poliuretano proyectado in situ (PU), planchas rígidas de poliuretano manufacturadas (PU), paneles sándwich de poliuretano de caras metálicas, paneles sándwich de lana mineral de caras metálicas, poliuretano inyectado in situ (PU), lana mineral in situ (MW), celulosa in situ (LFCI), perlas de poliestireno expandido (EPS) y cerramientos acristalados y vidrios.
Ventajas de una correcta instalación
La aplicación de la Norma UNE 92325 en el proceso de instalación e inspección en obra del aislamiento térmico tiene muchas ventajas para todas las partes involucradas.
Para el proyectista: tener en un mismo documento los requisitos que debe exigir a un aislamiento térmico para garantizar que quedará correctamente recogido en el proyecto.
Para el fabricante: contar con la garantía de que su producto va a ser correctamente seleccionado, manipulado e instalado para alcanzar las prestaciones requeridas.
Para el instalador: saber qué aspectos son relevantes en la instalación, y qué le van a exigir y controlar, además de normalizar el proceso de instalación para garantizar una competencia leal.
Para el constructor: tener una herramienta objetiva de validación del trabajo de instalación de aislamiento, un documento que recoge los criterios que debe aplicar en todas las soluciones constructivas disponibles.
Para el inspector: disponer de una lista de comprobación que facilita su labor de inspección y control, destacando e incidiendo en los aspectos más relevantes en cada caso.
Para el usuario final: conocer que el aislamiento térmico de su vivienda o su edificio está correctamente ejecutado, de forma que alcanza las prestaciones de diseño y las mantiene en el tiempo, sin patologías, y obteniendo los ahorros económicos y la eficiencia energética esperada.
Ejemplo de uso de la lista de comprobación para el control en obra de la instalación del aislamiento térmico