El camino hacia la reutilización y reciclaje de textiles usados

La recientemente publicada Norma UNE 40700 contribuye a cumplir con los objetivos marcados por la legislación y el acceso al mercado de la reutilización y de los textiles con fibras recicladas. Conoce los principales aspectos que aborda este nuevo estándar.

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Etiquetas: Sostenibilidad
Alicia García-Franco
Directora General
Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER)

El pasado 27 de diciembre se publicó la Norma UNE 40700 Especificaciones para la manipulación y clasificación para la reutilización y el reciclaje de textiles usados. Nace fruto del trabajo coordinado de un grupo, cuyas labores comenzaron a mediados de 2022, desarrollándose en el seno del CTN-UNE 40/GT 11 Economía Circular para los Productos Textiles y la Cadena Textil.

 

Para entender el contexto y necesidad de esta norma, no está de más explicar que la industria textil y los residuos generados por esta constituyen uno de los mayores impactos medioambientales, siendo el tercer sector en consumo de agua y utilización del suelo y el quinto en cuanto al uso de materias primas y en emisiones GEI.1

 

De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), los ciudadanos europeos consumen una media de 14,8 kg al año en productos textiles2. Al mismo tiempo, según estimaciones de la Comisión Europea, se calcula que los mismos habitantes se deshacen de un promedio de 11 kg anuales de ropa. Sin embargo, tan solo se recogen y clasifican correctamente una media de 4 kg de cada individuo al año; unas cifras que bajan a la mitad en el caso de los españoles. Además, si consultamos los datos sobre recogida separada de textiles a nivel europeo, sólo se recogería por separado el 20 %, mientras que, en España, esa ratio de recogida separada cae por debajo del 8 %.

Recogida de textiles per cápita y período anual

Recogida de textiles per cápita y período anual

Fuente: EEA

Hacia la economía circular

Con estos datos, no es de extrañar que el sector textil fuera uno de los sectores prioritarios en el Plan de Acción de Economía Circular de la Unión Europea para descarbonizar nuestra economía, realizar un consumo más responsable del suelo y del agua, y realizar la transición hacia una Economía Circular.

 

Entre sus líneas de actuación se encontraba el desarrollo de una estrategia integral para los Productos Textiles, basada en las aportaciones de la Industria y otras partes interesadas, entre cuyos objetivos se encontraban impulsar el mercado de productos textiles sostenibles y circulares de la UE, incluido el de reutilización de productos textiles.

 

Por otro lado, dentro de las medidas que hay que implementar para conseguir esta circularidad del sector textil se preveían entre otras cuestiones:

 

Un nuevo marco de productos sostenibles, a través de medidas de diseño ecológico, la incorporación de materias primas secundarias y el empoderamiento de los consumidores para optar por este tipo de textiles y un más fácil acceso a la reutilización y a los servicios de reparación.

 

Asesoramiento para alcanzar niveles elevados de recogida separada de residuos textiles, que deben ser garantizados por los Estados Miembro para 2025.

 

El impulso a la clasificación, la reutilización y el reciclado de productos textiles, con especial atención a la innovación, el fomento de aplicaciones industriales y medidas reguladoras, tales como la responsabilidad ampliada del productor.

 

Dicha estrategia ha tenido reflejo, en primer lugar, en la normativa de residuos con la modificación de la Directiva 2008/98/CE de 19 de noviembre, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre los Residuos y por la que se derogan otras directivas, transpuesta al ordenamiento español en 2022.

En efecto, de acuerdo con la Ley 7/2022, de 8 de abril, de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular (LRSCEC), en 2025 al menos el 55 % de los residuos domésticos -entre los que figura el textil- tendrán que ser preparados para la reutilización (art. 26). Por otro lado, se establece la obligatoriedad de recoger separadamente los residuos textiles para 2025 [art. 25.2.c)], el fomento de la reutilización de textiles usados [art. 18.1.d)] y el establecimiento de la responsabilidad ampliada del productor para residuos textiles también para 2025 (DA 7ª).

Porcentaje de recogida separada de residuos textiles

Porcentaje de recogida separada de residuos textiles

Fuente: EEA

Una norma necesaria

Y en este punto, cobra especial importancia la normalización a través de la nueva Norma UNE 40700, netamente española. Y es que, para poder cumplir con los objetivos marcados por la legislación y el acceso al mercado de la reutilización y de los textiles con fibras recicladas, es esencial el desarrollo de normas que aseguren la correcta gestión de los textiles usados.

 

La Norma UNE 40700 se centra en la definición de los procesos de recogida, almacenamiento y clasificación de los textiles usados posconsumo, basados en las mejores prácticas y de acuerdo con los requisitos legales aplicables. Con ello, y ante la necesaria y creciente actividad en la gestión de textiles usados, se favorecerá la correcta preparación para la reutilización o su reciclaje posterior, consiguiendo una alta calidad de los textiles de segunda mano y, en su defecto, la adecuada alimentación del proceso de reciclado de textiles no aptos para reutilización, de conformidad con el principio de jerarquía de residuos.

 

La norma está dirigida a profesionales de la industria a lo largo de la cadena de valor textil, como productores, importadores y minoristas de textiles, organizaciones activas en la clasificación y reciclaje de residuos textiles posconsumo recogidos, así como otras partes interesadas públicas y privadas.

El futuro del sector

Ahora bien, es preciso tener en cuenta que el futuro del residuo textil aún no está enteramente conformado. Actualmente, se encuentra en tramitación la Propuesta de Modificación de la Directiva de Residuos -centrada en el desperdicio alimentario y el residuo textil- cuyo proceso de aprobación se espera que termine en el primer cuatrimestre del año.

Asimismo, en octubre de 2023 el Joint Research Center (JRC) publicó el estudio Developing EU-wide End-of-Waste for textile waste, encontrándose en plena consulta pública para el desarrollo de los criterios de fin de condición de residuo textil, y el estudio Techno-scientific assessment of the management options for used and waste textiles in the European Union.

 

Por otro lado, encontramos los nuevos desarrollos legislativos sobre sostenibilidad de los productos que encontrarán especial impulso dentro del sector textil, buscando bienes más duraderos y resistentes, estableciendo requisitos obligatorios de incorporación de fibras recicladas en la composición de los nuevos textiles. Estos requisitos de diseño ecológico vendrán acompañados de medidas de información adicional sobre el origen y composición de los productos, a través del Pasaporte Digital de Producto y de la más que posible etiqueta digital que previsiblemente será regulada por la normativa de etiquetado textil -actualmente en fase de Consulta pública ante la Comisión Europea hasta el próximo 12 de marzo3-.

 

Para abordar el problema de la destrucción de productos no vendidos (especialmente en textiles, donde muchas de las colecciones no vendidas acababan en vertedero o incineradas), la denominada propuesta de ecodiseño también prohibirá en el ámbito europeo la destrucción de productos no vendidos. Esta prohibición ya se contempla en nuestra legislación nacional (art. 18.2 de la LRSCEC), que también especifica cuál es el destino ideal de dichos excedentes de producción, siendo el primer uso los canales de reutilización.

 

Ante toda esta vorágine regulatoria, cobra especial importancia la labor de las entidades del sector nacional en la normalización, por lo que serán necesarios estándares nacionales, europeos e incluso internacionales que normalicen y faciliten el proceso de reutilización y reciclado de textiles de manera global.

 

Nos esperan años de importantes desarrollos legislativos en torno al residuo textil, por lo que en nuestra labor de adelantarnos a la regulación y de que esta se adapte y sea coherente con la industria, seguro que la Norma UNE 40700 será la primera de muchas en la gestión de los textiles usados.

  1. “Textiles and the environment: the role of design in Europe’s circular economy”, EEA, 2022.
  2. EU-27 apparent consumption of clothing, footwear and household textiles (excluding fur and leather clothing), 2010-2020, million tonnes and kilograms per person — EEA (europa.eu)
  3. Textiles and the environment in a circular economy”, EEA, 2019.
  4. European Commission, Directorate-General for Communication, Circular economy action plan – For a cleaner and more competitive Europe, Publications Office of the European Union, 2020.
  5. Estrategia para la circularidad y sostenibilidad de los productos textiles.” COM (2022) 141 final, 30.3.2022.
  6. Directiva (UE) 2018/851, de 30 de mayo, del Parlamento Europeo y del Consejo.
  7. Normas de etiquetado de los productos textiles (revisión) (europa.eu)
  8. Art. 20.5.c) de la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos sostenibles y se deroga la Directiva 2009/125/CE; COM (2022) 142 final, 2022/0095 (COD), 30.03.2022.

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