Dos nuevos reales decretos impulsan la actividad de rehabilitación edificatoria dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En este ámbito las normas técnicas se convierten en herramientas fiables para evaluar las prestaciones energéticas de los edificios, calcular las demandas energéticas, o mejorar la eficiencia de las instalaciones, sistemas y productos implicados, entre otros aspectos.
La rehabilitación de nuestro parque residencial es una de necesidades más urgentes que se plantean de futuro, y uno de los mayores retos a los que deberá enfrentarse el sector de la construcción.
España, al igual que otros países de Europa, tiene un parque edificatorio muy antiguo, que suele llevar aparejado unas instalaciones térmicas poco eficientes y que perjudican al medio ambiente.
Los programas de ayudas del Real Decreto 853/2021 son una palanca para incrementar la rehabilitación de edificios.
El sector de aislamiento térmico tiene un compromiso histórico con la normalización, mediante la gestión de la Secretaría del CTN 92 y una colaboración activa de sus miembros.
El compromiso de ANFALUM con la normalización es hoy en día fundamental para la rehabilitación de instalaciones ya existentes en los edificios.
Estamos en un momento de gran relevancia para la rehabilitación de viviendas y edificios con la publicación de los programas de subvenciones y las medidas de desgravaciones fiscales.
Estamos asistiendo a una revolución energética que provocará que en las próximas décadas se produzcan destacadas innovaciones tecnológicas, así como transformaciones en los sistemas económicos y sociales, donde las grandes protagonistas son las medidas necesarias para la reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera.
En octubre se aprobaron dos reales decretos (Real Decreto-Ley 19/2021 y Real Decreto 853/2021) destinados a impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que permitirán importantes inversiones en este ámbito. Según datos de la Unión Europea, los edificios son responsables de casi el 40 % del consumo energético y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y, únicamente, el 1 % de los edificios se renueva, cada año, de manera eficiente.
Las ayudas reguladas para este ámbito permitirán avanzar en la implementación de las principales estrategias nacionales y europeas. Así, el Componente 2 del PRTR Implementación de la Agenda Urbana Española: Plan de Rehabilitación y regeneración urbana recoge actuaciones de rehabilitación y mejora del parque edificatorio, con ambiciones en el ámbito de la energía y la sostenibilidad, para conseguir tasas de rehabilitación energética que permitan adelantar los objetivos de rehabilitación contemplados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y en la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESEE). Todo ello alineado con el marco estratégico de la Agenda Urbana Española y la estrategia europea para mejorar la eficiencia energética de los edificios, la llamada Ola de Renovación (Renovation Wave), que pretende duplicar las tasas de renovación en los próximos 10 años.
Para conseguir un ahorro energético superior al 30 %, los programas de ayudas cuentan con actuaciones de diversa índole, como las de rehabilitación para barrios, para edificios o para la mejora de viviendas, entre otras de carácter más general como, por ejemplo, la elaboración del libro del edificio existente para la rehabilitación, la redacción de proyectos de rehabilitación o la construcción de viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes.
Los retos principales de descarbonización y eficiencia energética se podrán conseguir a través de acciones para reducir la demanda, como la mejora de los cerramientos y aislamientos, la optimización del rendimiento energético de las instalaciones (calefacción, refrigeración o iluminación) o la sustitución de los combustibles fósiles por energías renovables.
La normalización cuenta con importantes desarrollos en los campos mencionados, estableciendo un lenguaje común y proporcionando herramientas fiables, de consenso y de utilidad para los diferentes agentes afectados. Normas para evaluar las prestaciones energéticas de los edificios (UNE-EN 16247-2, UNE-EN ISO 52003-1) o para calcular las demandas energéticas (UNE-EN ISO 52016-1) y la eficiencia de las instalaciones, sistemas y productos implicados (EN ISO 10077-1) son algunos ejemplos de estándares que contribuyen al ahorro y eficiencia energética y que sirven de apoyo cuando se acomete una rehabilitación. El catálogo normativo de UNE cuenta, además, con otras normas técnicas en ámbitos como la accesibilidad, la conservación o la digitalización, aspectos todos ellos estrechamente relacionados con las actividades de rehabilitación.
Para reducir los consumos de energía es necesario implementar actuaciones en la envolvente de los edificios y viviendas, que pueden afectar a diversos elementos constructivos como los cerramientos, los aislamientos térmicos o las propias fachadas. En estos ámbitos encontramos numerosas normas técnicas que constituyen un apoyo imprescindible para la aplicación de la legislación necesaria (como puede ser el Código Técnico de la Edificación) y que permiten alcanzar las prestaciones requeridas o deseables de estos elementos.
En el campo de los cerramientos y el aislamiento térmico existe un extenso número de normas de producto que definen las características necesarias para una adecuada funcionalidad térmica y de aislamiento, de elementos, como el vidrio aislante de construcción (UNE-EN 1279-5), las puertas y ventanas (UNE-EN 14351-1), las fachadas ligeras (UNE-EN 13830) o los diferentes productos de aislamiento térmico para aplicaciones en la edificación. Normas que resultan fundamentales para el cálculo de aspectos de eficiencia energética de los edificios y también de parámetros como la transmitancia térmica, la permeabilidad al aire, la durabilidad de las propiedades de radiación, que se complementan también con otras que permiten llevar a cabo una correcta instalación, uso y mantenimiento de estos elementos. Ejemplos de estas normas son la UNE-EN 12667 sobre la determinación de la resistencia térmica, o la UNE 92325 y la UNE 85219 sobre el control de la instalación de los productos de aislamiento térmico y ventanas, respectivamente.
Es también fundamental contar con un uso más eficiente de las instalaciones de los edificios. Los sistemas de climatización, calefacción, ventilación, agua caliente sanitaria o iluminación son piezas clave si tenemos en cuenta el consumo energético de estas instalaciones.
Las normas técnicas en este ámbito establecen requisitos que deben cumplir estos equipos e instalaciones para una mayor eficiencia y confort de los usuarios. Pero son especialmente destacables aquellas destinadas a la optimización de las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración, de las temperaturas interiores y de la calidad ambiental, que serán de utilidad en el posible rediseño de las instalaciones del edificio que se vaya a rehabilitar.
La Norma UNE-EN 16798-1 sobre ventilación de los edificios y los parámetros que hay que considerar para el diseño y la evaluación de la eficiencia energética; la UNE-EN 15232-1 sobre el impacto de la automatización, el control y la gestión de los edificios; o la UNE-EN 52000-1 sobre la evaluación global de la eficiencia energética de los edificios son solo algunos ejemplos de las especificaciones que encontramos en este ámbito.
Muchas de las normas técnicas relativas a estos y otros productos como pueden ser las instalaciones y aparatos a gas (UNE 60670), las propias luminarias LED (UNE-EN IEC 62031) o las instalaciones eléctricas de baja tensión (UNE-HD 60364-8-1), recogen, no solo aspectos relacionados con un uso eficiente de la energía, sino requisitos de seguridad, calidad, funcionamiento, instalación e incluso tratamiento al final de su vida útil, cuestiones todas ellas, que repercuten indirectamente en un uso eficiente y sostenible de las instalaciones.
Adicionalmente, gran parte de estas normas permiten dar cumplimiento a los requisitos reglamentarios, al estar vinculadas directamente mediante referenciación o indirectamente como normas de apoyo con la legislación de aplicación: Código Técnico de la Edificación (DB HE Ahorro de energía), Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), Reglamento de seguridad para instalaciones frigoríficas o la propia Directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética en edificios, entre otras reglamentaciones.
Las normas UNE que apoyan la rehabilitación de edificios contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
El uso de energías renovables viene promovido a través de diversas políticas públicas y reglamentaciones, en el ámbito nacional y europeo, como puede ser la Directiva (UE) 2018/2001 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, o algunas de las ya mencionadas (CTE, RITE o PNIEC). Constituye, sin duda, uno de los objetivos estrella y parámetro de referencia en las actuaciones de rehabilitación.
Las energías renovables en el ámbito edificatorio tienen diversas aplicaciones. Por una parte, las relacionadas con un uso térmico, donde las instalaciones de generación térmica sustituyen a los combustibles de origen fósil por fuentes renovables como la biomasa, geotermia o energía solar térmica. Y, por otra, las relacionadas con la generación eléctrica renovable para el autoconsumo. En todos estos casos encontramos importantes contribuciones de la normalización.
El catálogo normativo de UNE cuenta con normas técnicas relativas a los sistemas fotovoltaicos en edificios (serie UNE-EN 50583), a captadores solares (UNE-EN 12975-1), a instalaciones solares para producción de agua caliente sanitaria (UNE 94002), a biocombustibles para aplicaciones energéticas (serie UNE-EN 17225) o sobre acumuladores para el almacenamiento de energía renovable (serie UNE-EN 61427).
Si bien gran parte de las actuaciones de rehabilitación estarán focalizadas en la mejora del rendimiento energético y en la incorporación de las fuentes y energías renovables, existirán otras que acompañarán a las anteriores: infraestructuras asociadas a la movilidad eléctrica, actuaciones de digitalización, mejora de la accesibilidad de los edificios, retirada del amianto, actuaciones de conservación, etc. para las que también existen desarrollos normativos: la serie UNE-EN IEC 61851 sobre el sistema conductivo de carga para el vehículo eléctrico, la serie UNE-EN 50491 sobre requisitos de los sistemas electrónicos y de automatización y control de edificios, la Norma UNE-EN 17210 sobre accesibilidad en el entorno construido, la Norma UNE 171370-2 sobre localización y diagnóstico del amianto, la serie UNE 41805 sobre diagnóstico de edificios o el proyecto europeo en curso, prEN 17680, sobre la evaluación de la sostenibilidad en los trabajos de rehabilitación, de especial relevancia en el ámbito edificatorio, por citar algunos ejemplos.
En los próximos años, asistiremos a un importante avance hacia una mayor sostenibilidad de la edificación en nuestro país. La normalización, desde una vertiente técnica, contribuirá al logro de los objetivos marcados y acompañará, como no puede ser de otra manera, a todos los agentes que necesiten de ella.
La rehabilitación de nuestro parque residencial es una de necesidades más urgentes que se plantean de futuro, y uno de los mayores retos a los que deberá enfrentarse el sector de la construcción. La antigüedad de nuestro parque y sus debilidades en materia energética, accesibilidad, o habitabilidad y confort hacen necesaria su rehabilitación para dar respuesta a la demanda de la sociedad y a los compromisos adoptados internacionalmente sobre energía y clima, que deben llevarnos a un sector descarbonizado en 2050. Para ello, debemos incrementar considerablemente nuestra tasa de rehabilitación y sobre todo la profundidad de las intervenciones.
Los fondos Next Generation y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, más allá de ser un elemento fundamental para la recuperación económica y social, constituyen una oportunidad única para transformar nuestra sociedad en general, y nuestros entornos residenciales en particular. La rehabilitación de edificios debe enmarcarse en una política de regeneración urbana acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y conforme los principios establecidos en la Agenda Urbana Española, que hagan de nuestros pueblos y ciudades ámbitos de convivencia amables, acogedores, saludables y concienciados. Además, esa rehabilitación debe ser integral con independencia de cuál sea el motivo que desencadeno la actuación, fruto de un evaluación previa e integrada del potencial de mejora del edificio que permita una optimización de los recursos, y siempre buscando la máxima calidad arquitectónica del edificio y de su entorno.
En este intenso proceso de rehabilitación del parque, la normalización puede y debe jugar un papel importante. La normalización de cualquier actividad es positiva con carácter general, ya que mejora la calidad, pero en este este momento y con este enfoque de actuaciones profundas que mejoren de forma muy significativa la eficiencia energética desde planteamientos integradores, que deben reglarse, resulta especialmente importante.
España, al igual que otros países de Europa, tiene un parque edificatorio muy antiguo, que suele llevar aparejado unas instalaciones térmicas poco eficientes y que perjudican al medio ambiente. En consecuencia, hay un gran trabajo por hacer para mejorar las condiciones de los edificios en cuanto a salubridad, bienestar, conectividad, ahorro energético, uso de energía renovable, etc.
La rehabilitación energética de los edificios es clave para conseguir los objetivos europeos de Energía y Clima y las Normas UNE ayudan a ello, haciendo edificios más eficientes y sostenibles, a la vez que garantizan la calidad y la seguridad de las instalaciones que los conforman.
Desde UNE, a través de los diversos comités, se desarrollan, entre otras, normas relativas al diseño, instalación y al mantenimiento de las instalaciones de los edificios. AFEC, como entidad encargada desde 1985 de la secretaría del CTN 100 Climatización, pone su granito de arena para colaborar en esa importante tarea.
¡Muchas gracias a UNE por su excelente trabajo!
Los programas de ayudas del Real Decreto 853/2021 son una palanca para incrementar la rehabilitación de edificios. El Macroproyecto Tractor de Rehabilitación Energética de las instalaciones de edificios, impulsado desde AFME, propone 11 líneas de actuación para potenciar la rehabilitación de los edificios a través de las instalaciones técnicas.
Las normas UNE son imprescindibles para el éxito de las actuaciones de rehabilitación porque permiten que las instalaciones técnicas mejoren sus prestaciones y los componentes y equipos que las componen sean seguros, fiables y sostenibles. Las instalaciones eléctricas tienen un papel clave en el proceso de electrificación de los edificios y su descarbonización. La mayoría de las actuaciones se realizarán en edificios existentes y se necesitará de la modificación o ampliación de las instalaciones eléctricas.
La serie UNE 202009 incluye normas que proporcionan una metodología para evaluar el estado de las instalaciones eléctricas existentes. Las partes 12 (edificios residenciales) y 25 (viviendas) permiten detectar qué partes de la instalación deben ser objeto de reforma para garantizar su seguridad y buen funcionamiento.
El sector de aislamiento térmico tiene un compromiso histórico con la normalización, mediante la gestión de la Secretaría del CTN 92 y una colaboración activa de sus miembros. Asimismo, existe una importante tradición de calidad certificada de los productos mediante la aplicación de estas normas por parte de nuestra industria. Además del seguimiento habitual de las normas europeas e internacionales, se han elaborado varias normas UNE para el adecuado uso y el correcto control e instalación en obras de rehabilitación.
Tras la reciente publicación de los programas de ayuda para la rehabilitación energética de edificios apoyados en los fondos de recuperación Next Generation EU, este esfuerzo realizado en normalización es fundamental.
Con la aplicación de las normas se puede garantizar al usuario que su vivienda rehabilitada conseguirá los niveles de confort térmico y acústico deseados; y a las Administraciones públicas que se cumplirán con los compromisos de ahorro energético y descarbonización de la calefacción y refrigeración.
El compromiso de ANFALUM con la normalización es hoy en día fundamental para la rehabilitación de instalaciones ya existentes en los edificios. Es por ello, que impulsamos la participación en los trabajos de normalización porque las normas garantizan la calidad y seguridad de los productos y mejoran la competitividad, reforzando el progreso de la industria y el desarrollo económico. Gracias a la normalización la rehabilitación de los edificios junto con los sistemas inteligentes y la tecnología LED hacen que las instalaciones de alumbrado de los edificios se centren en el ser humano, mejoran su calidad de vida y su salud.
La rehabilitación es un pilar fundamental para la recuperación del sector representado por ANFALUM tanto en la mejora de la tradicional función de iluminar, como en la utilización de las nuevas tecnologías de conectividad, digitalización, etc. Todo ello en el marco de la Economía Circular, sostenibilidad y eficiencia energética.
Estamos en un momento de gran relevancia para la rehabilitación de viviendas y edificios con la publicación de los programas de subvenciones y las medidas de desgravaciones fiscales.
En todas estas propuestas siempre se incluyen requisitos técnicos a los nuevos productos que hay que incorporar, ya que las medidas van ligadas a ahorros energéticos; dichos requisitos están alineados con las exigencias del Código Técnico de la Edificación y la certificación energética.
Pero un aspecto clave que no se recoge explícitamente, y que es imprescindible para la consecución de los objetivos de eficiencia energética, es la instalación de los productos. De ahí la importancia que los procesos de instalación sean lo más normalizados posibles y sirvan de referencia tanto para el profesional como para la administración y usuarios.
Desde ASEFAVE llevamos tiempo trabajando en esta línea y fruto de ello, por ejemplo, fue la publicación hace cinco años de la Norma UNE 85219:2016 para la instalación de carpinterías en obra.
Estamos asistiendo a una revolución energética que provocará que en las próximas décadas se produzcan destacadas innovaciones tecnológicas, así como transformaciones en los sistemas económicos y sociales, donde las grandes protagonistas son las medidas necesarias para la reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera.
La rehabilitación de los edificios es esencial para avanzar en la descarbonización, y los sistemas de calefacción y producción de agua caliente sanitaria desempeñan un papel fundamental para conseguirlo. Los equipos generadores y emisores deben cumplir los estándares de eficiencia energética y seguridad necesarios para atender adecuadamente la demanda de bienestar e higiene de las personas; y las normas técnicas son la mejor herramienta para asegurar su aplicación.
En España, la actividad de normalización sectorial de estos equipos se desarrolla en el CTN 124, secretariado por FEGECA, asociación totalmente comprometida con la normalización y el desarrollo de normas que garanticen la calidad y seguridad de los equipos, así como dar soporte a los Reglamentos Europeos para su correcto cumplimiento.