Tras más de un año de pandemia, el despliegue progresivo de las vacunas y la creación del certificado digital verde europeo animan a planificar de nuevo unas merecidas vacaciones. La Especificación ISO/PAS 5643, liderada por España a través del ICTE y UNE, ayudará al sector a prepararse para ofrecer servicios seguros, de forma alineada con las mejores prácticas internacionales.
Que España revalide año tras año, desde 2015, el título de potencia turística más competitiva del mundo no se debe al azar.
Hace aproximadamente un año, y ante la mayor crisis que ha sufrido el turismo español en las últimas décadas por el avance mundial de la pandemia, el sector turístico -tanto en el ámbito público como el privado- se unió para dar una respuesta ejemplar.
No solo es por el clima, la estabilidad democrática, las infraestructuras o la cultura de España.
El origen del ISO/PAS 5643 Requisitos y recomendaciones para la reducción del contagio de la Covid-19 en la industria turística se remonta a la encomienda urgente que realiza la Secretaría de Estado de Turismo (SETUR) al Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) en el mes de abril de 2020. Por aquel entonces, el bloqueo de la oferta y la demanda turística era total, el cierre de fronteras casi completo y el conocimiento de las vías de transmisión del coronavirus SARS-CoV-2 se revelaba limitado, al igual que los medios de protección disponibles.
En ese marco, la necesidad de disponer de unas guías armonizadas en el ámbito estatal que orientaran al sector hacia una reapertura gradual y segura durante la desescalada era apremiante para intentar salvar la temporada de verano. En tiempo récord, el ICTE junto con las principales patronales, organizaciones de prevención de riesgos laborales y sindicatos consensuaron 22 documentos que, posteriormente, fueron validados por el Ministerio de Sanidad. En un segundo paso, dichas guías, elaboradas a través de la colaboración público-privada, se convirtieron en la serie de Especificaciones UNE 0066 Medidas para la reducción del contagio por SARS-CoV-2. Dichas Especificaciones UNE 0066, con pautas claras para cada subsector, son el origen del documento internacional ISO/ PAS 5643, que se publicará como UNE ISO/PAS en el mes de junio.
En junio del año 2020, durante la reunión anual del Comité Internacional ISO/TC 228 Turismo y servicios relacionados, tras la presentación virtual de las Especificaciones UNE 0066 por parte de España, se debatió la necesidad de disponer de una norma internacional que ayudase a todos los países con pautas comunes frente a la pandemia. La idea fue positivamente acogida y en julio, España bajo el liderazgo de ICTE, presentó su proyecto ISO/PAS 5643 a votación del ISO/TC 228, basado en las especificaciones españolas. Tras la aprobación, a finales de septiembre, un grupo formado por expertos de más de 20 países y organizaciones internacionales de prestigio como la Organización Mundial del Turismo (OMT), la patronal hotelera europea (HOTREC) o los consumidores europeos (ANEC) arrancaba los trabajos de ajuste sobre el borrador inicial. Muchos expertos se han sumado desde entonces, y tras más de seis meses de intenso debate, largas reuniones e innumerables contribuciones se publica ahora la Especificación ISO/PAS 5643.
Una vez más España, segundo destino turístico del mundo y primero en competitividad turística, lidera una norma ISO exportando así al ámbito global el know how, la experiencia y el modelo nacional. Con esta, ya son 35 las normas publicadas por el Comité ISO/TC 228, un foro multidisciplinar de debate sobre normalización turística que, coordinado por UNE; arrancó su andadura en 2005 y ha conseguido involucrar y poner de acuerdo a 109 países de los cinco continentes sobre las mejores prácticas internacionales en ámbitos como el alojamiento, el buceo, el turismo sostenible o el turismo médico por citar solo algunos.
La Especificación ISO/PAS 5643 contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
La Especificación ISO/PAS 5643 incluye requisitos y recomendaciones aplicables por las organizaciones turísticas para prevenir el contagio por coronavirus SARS-CoV-2 con el fin de proteger tanto a empleados como a turistas y residentes y, prestar servicios turísticos más seguros para todos.
Se estructura en tres grandes capítulos: el primero concentra los requisitos que son comunes y tienen que cumplir todas las organizaciones (medidas generales, plan de contingencia, requisitos en materia de información, personal, limpieza y desinfección y medidas sobre ventilación, calefacción y aire acondicionado).
El segundo capítulo incluye pautas concretas para cada uno de los subsectores (desde playas a restaurantes, pasando por ocio nocturno) y finalmente, el tercer gran bloque lo conforman los servicios auxiliares o complementarios, cuyos requisitos han de cumplir solo aquellas organizaciones turísticas que efectivamente dispongan de esos equipamientos o servicios (baños públicos, ascensores, piscinas, áreas infantiles, tiendas, etc.).
El documento se completa con un anexo informativo sobre mascarillas (tipos, pautas de uso, etc.) y un segundo anexo con consideraciones sobre accesibilidad para tener en cuenta en el diseño del plan de contingencia. La aplicación de todas estas medidas por la industria turística, sin duda, ayudará a generar confianza entre los turistas a la hora de planificar sus viajes de nuevo.
Pero el viaje de la UNE 0066 no acaba aquí. En enero de 2021, la Comisión Europea solicitó al Comité Europeo de Normalización (CEN) la elaboración de un protocolo europeo en materia higiénico-sanitaria para hacer frente a la Covid-19 en el sector turístico. Dicho protocolo debía cubrir toda la cadena de valor turística y ser lo suficientemente sencillo y flexible para ser adaptado por una diversidad de destinos, regiones y países europeos, pero al mismo tiempo detallado y concreto en sus orientaciones hacia los distintos subsectores. CEN enseguida comprendió que lo más coherente era alinearse con la norma internacional en desarrollo, evitando duplicar esfuerzos y documentos que podrían confundir al mercado, por lo que decidió adoptar de forma idéntica el ISO/PAS 5643 como CEN Workshop Agreement (CWA 5643 Parte 1). El CWA es un tipo de documento normativo que, a diferencia de las normas EN, no implica una adopción obligatoria por parte de los estados miembros de CEN, permitiendo la convivencia con normas nacionales sobre el mismo tema.
Al mismo tiempo, la petición de la Comisión Europea incluía de forma expresa y firme, la creación de una imagen visual para Europa, que distinguiera a aquellos establecimientos y servicios turísticos que hubieran implantado las medidas establecidas en el CWA 5643 Parte 1, y proyectara una imagen de Europa como destino seguro. Dichos trabajos, de nuevo bajo el liderazgo de España, se han visto plasmados en el CWA 5643 Parte 2. Los tres documentos, ISO/PAS 5643, CWA 5643 Parte 1 y Parte 2 se han publicado de forma coordinada y simultánea por CEN e ISO.
Es admirable el largo camino recorrido por la Especificación UNE 0066, que gracias al esfuerzo y liderazgo de ICTE y UNE, ha conseguido convertirse en referente europeo y mundial para el sector turístico en materia de protocolos higiénico-sanitarios frente a la Covid-19. España, además, lleva una considerable ventaja de cara a su implantación con más de 1.000 establecimientos certificados bajo el sello Safe Tourism Certified conforme a la Especificación UNE 0066. La transición hacia la Especificación ISO/PAS 5643 se presenta, ahora, como una evolución natural y como un paso más en la historia de éxito de la normalización turística española.
Que España revalide año tras año, desde 2015, el título de potencia turística más competitiva del mundo no se debe al azar. Como tampoco lo es el alto índice de fidelidad del turista que nos visita: nada más y nada menos que cuatro de cada diez turistas que nos visitaron en 2019 lo hacía al menos por décima vez. Una vez alcanzado el podio del liderazgo, lo difícil es retener y consolidar esa posición.
El impacto de la pandemia de la COVID-19 ha sido algo inédito en nuestra historia. España, segundo país más visitado del mundo, se ha visto golpeado con especial dureza por las restricciones a la movilidad. Pero el liderazgo exige también responsabilidad y en tiempo récord durante la primera ola de la pandemia nos pusimos manos a la obra Gobierno de España, Comunidades Autónomas y entidades locales, junto con los representantes del sector y sus trabajadores para elaborar unos protocolos sanitarios para prevenir contagios por el nuevo coronavirus entre clientes y trabajadores de todos los subsectores del turismo.
Una vez más fuimos pioneros. Una vez más demostramos por qué somos líderes en esta materia. Esos protocolos nos han permitido y nos siguen permitiendo posicionarnos como un destino seguro. Pero, además, han sido ejemplo fuera de nuestras fronteras, al servir de base para desarrollar un nuevo estándar mundial, el ISO/PAS 5643, y el embrión del documento común que prepara la Comisión Europea.
Nada de esto habría ocurrido sin el trabajo denodado de la Asociación Española de Normalización, UNE, y el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), con los que esta Secretaría de Estado mantiene y seguirá manteniendo una estrecha y productiva colaboración en beneficio del turismo de nuestro país.
Hace aproximadamente un año, y ante la mayor crisis que ha sufrido el turismo español en las últimas décadas por el avance mundial de la pandemia, el sector turístico -tanto en el ámbito público como el privado- se unió para dar una respuesta ejemplar. Mediante la coordinación del ICTE, el conjunto de las Administraciones Públicas -Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos-, junto con 450 expertos de las patronales de 22 subsectores turísticos, asociaciones de prevención de riesgos y los sindicatos UGT y CC. OO., lograron en un tiempo récord desarrollar las medidas para preservar la salud de trabajadores, turistas y residentes en los diferentes establecimientos turísticos y los municipios donde se desarrolla esta actividad.
Todo este trabajo se plasmó en 22 protocolos de prevención frente a la COVID-19, los únicos avalados por el Ministerio de Sanidad, que después se convirtieron gracias a la colaboración de UNE en las Especificaciones Técnicas UNE 0066.
Una vez finalizado este proceso, desde España y mediante el impulso del ICTE y de UNE, se procedió a la internacionalización de las mismas elevándolas al comité técnico de normalización internacional ISO/TC 228 de Turismo y Servicios Relacionados. En este comité, expertos de más de 100 países y de más de 20 organizaciones internacionales de prestigio aprobaron que las Especificaciones Técnicas desarrolladas en nuestro país fueran la base para la futura Especificación ISO/PAS 5643, que establecerá los requisitos y recomendaciones para la reducción del contagio por la COVID-19 para toda la cadena de valor del turismo. Se trata de un nuevo hito que viene a reforzar el papel de liderazgo de España en normalización en el ámbito turístico en el ámbito mundial y que situará a nuestro país como referente de destino de turismo seguro.
No solo es por el clima, la estabilidad democrática, las infraestructuras o la cultura de España. Una de las claves que ha permitido que nuestro país sea el destino líder mundial del turismo, tan solo por detrás de Francia, ha sido la seguridad. Antes de la pandemia el viajero valoraba la seguridad ciudadana. Ahora considera también prioritaria la seguridad sanitaria. En el sector somos plenamente conscientes de ello y, por eso, hemos trabajado duro para no perder e, incluso, para mejorar ese posicionamiento como máximo exponente internacional del turismo seguro.
Paradores es buen ejemplo de ese esfuerzo. Desde que la terrible llegada del COVID-19 a nuestras vidas, la compañía pública empleó buena parte de sus energías en establecer unos protocolos sanitarios que permitieran dotar a sus casi 100 establecimientos de las mayores garantías posibles para sus clientes y empleados. De hecho, Paradores logró convertirse en la primera gran cadena hotelera que obtuvo el Safe Turism Certified que otorga el ICTE. En las exhaustivas inspecciones a las que fueron sometidos sus establecimientos, los verificadores no registraron ni una sola “no conformidad” y determinaron que los protocolos estaban por encima de los estándares exigidos.
Los esfuerzos de España para demostrar al mundo que sigue siendo el destino más seguro al que viajar con plena confianza tendrán recompensa. Los turistas extranjeros ya están volviendo a mostrar un gran interés por nuestro país y, en cuanto las restricciones sanitarias lo permitan, volverán para disfrutar de todas las maravillas que ofrece. Sin lugar a duda, estamos absolutamente preparados para recibirles.