Contribución de las normas a la economía circular

El diseño, fabricación y comercialización de mobiliario se encuadra en un sector industrial con gran presencia de pequeñas y medianas empresas que, como la mayoría de sectores industriales, debe enfrentarse día a día a los requisitos que demanda su entorno. Uno de estos requisitos es indudablemente la sostenibilidad de los productos y la orientación de la producción a los principios de la economía circular.

Dentro del comité de normalización CTN 11 Mobiliario, cuya secretaría desempeña AIDIMME, se realiza el seguimiento de la actividad normalizadora de su comité espejo en el CEN, el TC 207 Furniture. En los últimos años, dentro de este comité se han desarrollado diversas normas de producto, que incluyen todo tipo de mobiliario, cuyo fin es evaluar la seguridad de los muebles y también su durabilidad. Estos aspectos están muy relacionados con la prolongación de la vida útil del producto y, por tanto, con el aprovechamiento de los recursos y la reducción de los residuos. En el Estudio de la contribución de las normas técnicas a la economía circular, se ha incluido este grupo de normas junto a otras muchas, con el fin de contribuir a la economía circular desde diversos enfoques.

Asimismo, en el CEN/TC 207 se ha creado el grupo de trabajo CEN/TC 207/WG 10 Requirements and tools for furniture circularity que en la actualidad está elaborando, con activa participación de AIDIMME, una norma específica relativa a la circularidad, la prEN 17902 Furniture—Circularity—Requirement and evaluation methods for dis-/reassembly, puesto que es un aspecto clave para la puesta en marcha de múltiples estrategias de economía circular. Este grupo ha establecido un plan de trabajo completo y adaptado a las características del mobiliario, para dar soporte técnico al establecimiento de requisitos de ecodiseño según la propuesta de un nuevo Reglamento sobre ecodiseño para productos sostenibles.

El sector gasista español ha trabajado siempre para asegurar el suministro energético de nuestro país de forma segura, eficiente, asequible y respetuosa con el medio ambiente. Si uno revisa la relación de normas vinculadas al comité CTN 60 Combustibles gaseosos, instalaciones y aparatos de gas podrá constatar que un porcentaje elevado de las mismas persigue la fijación prioritaria de requisitos en el ámbito de la seguridad y, en segunda instancia, de la eficiencia y el ahorro energético. Sin embargo, debemos subrayar también cómo las normas que abordan aspectos relativos a la protección medioambiental es creciente y de una destacada relevancia.

En este sentido, un buen ejemplo son los esfuerzos que la industria gasista está dedicando a identificar, cuantificar y reducir las emisiones de metano, tratando de establecer metodologías de trabajo comunes. Merece especial mención la especificación técnica europea CEN/TS 17874 Metodología para la cuantificación de emisiones de metano para sistemas de transporte, distribución y almacenamiento de gas y terminales de GNL. Esta verá la luz próximamente y ha sido desarrollada a partir de las propuestas realizadas por Marcogaz, la Asociación Técnica Europea de la Industria del Gas.

Por otro lado, la economía circular desempeña un papel clave en el objetivo último de la conservación y protección del medio ambiente. El sector gasista tendrá también un papel destacado en un futuro inmediato gracias al fomento y desarrollo de los gases renovables y, más específicamente, del biogás - biometano. Una tecnología madura y probada que ya es una realidad en países vecinos.

Este último es totalmente intercambiable por el gas natural convencional y facilita su inyección a la red existente de gas y, por tanto, su transporte y distribución hasta los puntos de consumo. Contribuye así a reducir no solo nuestra elevada dependencia energética, sino que aporta numerosas ventajas medioambientales, al ser neutro en emisiones GEI y fomentar la adecuada gestión de los residuos. Todo ello sin perjuicio de los beneficios asociados en términos de generación de riqueza y empleo, especialmente en los territorios de nuestro país que deben abordar un serio reto demográfico.

Para finalizar, en relación con el biometano, debemos citar los siguientes documentos normativos desarrollados por el sector gasista: UNE-EN 16723-1:2017 Gas natural y biometano para uso en transporte y biometano para inyección en la red de gas natural. Parte 1: Especificaciones para la inyección de biometano en la red de gas natural; UNE-EN 16723-2:2018 Gas natural y biometano para uso en transporte y biometano para inyección en la red de gas natural. Parte 2: Especificaciones del combustible para automoción y Especificación UNE 0062 Garantías de origen del gas renovable. Garantías de origen del biometano.

El hormigón ha sido un material imprescindible para el desarrollo de las sociedades modernas. Nuestras ciudades, edificios, carreteras e infraestructuras no serían posibles si no existiera el hormigón. Y este desarrollo está íntimamente unido a la normalización. Los reglamentos que velan por la seguridad y calidad de las estructuras de hormigón, entre los que destacan el Código Estructural y el Código Técnico de la Edificación, se apoyan en diferentes normas que velan por la calidad, seguridad y durabilidad de las estructuras de hormigón.

A estas cualidades del hormigón se les añaden las del fomento de la sostenibilidad y de la economía circular. La fabricación de hormigón preparado permite emplear subproductos industriales como adiciones al hormigón (cenizas volantes y humo de sílice), y también el empleo de áridos reciclados, como son los restos del machaqueo del hormigón y de las escorias siderúrgicas de alto horno enfriadas por aire. El empleo de adiciones, escorias y áridos reciclados queda recogido en el Código Estructural, que cita un total de cinco normas específicas sobre estos materiales.

Y como pioneros en el empleo de otros materiales, varios vocales del CTN 83 están interviniendo en el ámbito internacional para promover la redacción de normas europeas, que posteriormente serán traspuestas en España, que regulen la utilización de otros materiales componentes del hormigón de procedencias diferentes a las tradicionales. El WG 20 del CEN/TC 104, creado en 2022, tiene como misión principal elaborar normas sobre el empleo de nuevos constituyentes en el hormigón que permitan avanzar en la economía circular y en la reducción de la huella de carbono. Dentro de estos constituyentes se encuentran subproductos de otros procesos industriales, como por ejemplo las arcillas calcinadas o residuos de la industria de la cerámica.

Desde sus comienzos, el ICTE ha llevado a cabo una importante labor en la normalización turística. En ese sentido, lidera la secretaría del CTN 182, el comité nacional de normalización para la elaboración, desarrollo y adopción de normas nacionales e internacionales de Hoteles y Apartamentos Turísticos. En su seno, se han elaborado una serie de normas para promover el desarrollo sostenible e impulsar en las organizaciones turísticas la aplicación de los principios básicos de la Economía Circular, un modelo de producción y consumo que favorece la reducción, reutilización y reciclaje

Dentro de ese marco normativo desarrollado destacan los trabajos realizados por el CTN182 en el desarrollo y adopción de la norma UNE-ISO 21401:2019 Sistema de gestión de la sostenibilidad para alojamientos, que reúne requisitos necesarios para implementar un sistema de gestión sostenible en alojamientos del sector turístico y que incluye aspectos relacionados con la planificación y gestión de recursos basados en la Economía Circular.

La labor desarrollada por el ICTE tiene también impacto internacional. El CTN182 trabaja con el Grupo de Trabajo WG 15 Accommodation -destinado a Alojamientos Turísticos dentro de la Organización Internacional de Normalización (ISO), que ha elaborado la Norma ISO 23405:2022- Turismo y Servicios Relacionados -Turismo Sostenible-Principios, vocabulario y modelo, que define los conceptos y principios fundamentales de un modelo de turismo sostenible.

Además, el ICTE ha desarrollado un papel clave en la promoción de la economía circular en el sector turístico gracias a su papel como entidad certificadora. En el año 2022 creó la Marca S de Sostenibilidad Turística, pionera a nivel mundial, una herramienta imprescindible para ayudar y garantizar la implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en las organizaciones turísticas. Certifica, mediante auditoría, el cumplimiento de una de las dos normas siguientes: la Especificación Técnica de Cumplimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en organizaciones turísticas o la Norma UNE-ISO 21401:2019 Sistema de Gestión de Sostenibilidad para alojamientos. Garantiza el cumplimiento de una serie de requisitos que reconocen a una organización turística sostenible. Actualmente, contamos con casi un centenar de entidades certificadas con la S que apuestan por un turismo sostenible.