CTN 73 Energía nuclear, tecnologías nucleares y protección radiológica

Siete reactores ubicados en Cáceres, Guadalajara, Tarragona y Valencia forman el parque nuclear en España. Según los datos del informe “Resultados nucleares de 2017 y perspectivas de futuro”, elaborado por el Foro de la Industria Nuclear Española, la producción eléctrica neta de origen nuclear en nuestro país durante 2017 alcanzó los 55.612GWh, lo que representa el 21,17 % de la producción eléctrica neta total. Asimismo, la potencia total instalada del parque de generación eléctrica en España al finalizar 2017 era de 104.797 MW, de los que 7.398,7 correspondían a la potencia bruta del parque nuclear, representando algo más del 7 % del total de capacidad instalada en el país.

La Asociación Española de Normalización, UNE, cuenta entre sus más de 200 comités técnicos de normalización con el CTN 73 Energía nuclear, tecnologías nucleares y protección radiológica. Su campo de actividad cubre la elaboración de normas técnicas dirigidas a la industria nuclear en sus aplicaciones pacíficas, incluyendo combustibles, diseño, construcción y explotación de las instalaciones, en especial en sus aspectos de gestión de calidad e higiene y seguridad frente a las radiaciones. Dentro del CTN 73 hay un grupo de trabajo, el GT 1 Radiactividad natural en ambientes interiores, que se encarga de la normalización específica en este campo en concreto.

En el CTN 73 participan unos 60 expertos que pertenecen a 30 entidades que representan a empresas de ingeniería, empresa de gestión de residuos radiactivos, asociaciones empresariales, Administración Pública, hospitales, laboratorios de ensayos, centros de investigación o universidades. Fernando Legarda se hace cargo de la presidencia el CTN 73 y la secretaría recae en la Asociación Española de Normalización, UNE. En la actualidad, este comité cuenta con 124 normas en vigor, de las que 90 son adopción de normas europeas e internacionales y 34 documentos netamente nacionales. Entre los trabajos en curso más destacados en los que está trabajando el CTN 73 hay que mencionar los proyectos prEN ISO 9697 Calidad del agua. Actividad beta total. Método de ensayo a partir de una fuente concentrada. (ISO 9697:2018); prEN ISO 9698 Calidad del agua. Tritio. Método de ensayo mediante conteo por centelleo líquido. (ISO/DIS 9698:2017); prEN ISO 10704 Calidad del agua. Medición de la actividad alfa y beta total en agua no salina. Método de deposición de una capa delgada. (ISO/DIS 10704:2017); e ISO/DIS 20890 (6 partes) Inspección en servicio de componentes del circuito primario de refrigerante de reactores de agua ligera. Además, en el ámbito europeo se prevé adoptar una norma internacional ISO de gran interés para el sector: la ISO 19443:2018 Sistemas de gestión de la calidad. Requisitos específicos para la aplicación de la Norma ISO 9001:2015 por organizaciones de la cadena de suministro del sector de energía nuclear que suministran productos y servicios importantes para la seguridad (ITNS).

Asimismo, el CTN 73 realiza el seguimiento de diversos comités técnicos de normalización internacionales de la Organización Internacional de Normalización (ISO) y el Comité Electrotécnico Internacional (IEC); y europeos del Comité Europeo de Normalización (CEN) y el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC).

En cuanto al marco regulatorio de la industria nuclear, la Ley 25/1964 sobre energía nuclear establece el régimen jurídico para el desarrollo y puesta en práctica de las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear y de las radiaciones ionizantes en España, de manera que se proteja adecuadamente a personas, cosas y medio ambiente. Además, regula la aplicación de los compromisos internacionales adquiridos por el Estado en materia de energía nuclear y radiaciones ionizantes. Por su parte, la Ley 15/1980 hizo posible que se creara el Consejo de Seguridad Nuclear como ente de Derecho Público, independiente de la Administración General del Estado, con personalidad jurídica y patrimonio propio e independiente de los del Estado, y como único organismo competente en materia de seguridad nuclear y protección radiológica.

El Real Decreto 783-2001, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes, establece las normas relativas a la protección de los trabajadores y de los miembros del público contra los riesgos que resultan de las radiaciones ionizantes, de acuerdo con la Ley 25/1964 sobre energía nuclear. Su relevo por el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes, transposición de la Directiva 2013/59 Euratom, es inminente. Por último, el Real Decreto 1836/1999 por el que se aprueba el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas, regula el régimen de autorizaciones administrativas, tanto para las instalaciones nucleares y radiactivas como para otras actividades específicas relacionadas con la aplicación de radiaciones ionizantes. Asimismo, integra el régimen de las acreditaciones de personal, de las obligaciones de los titulares de dichas instalaciones y de las actividades de inspección y control. Todo ello de acuerdo con la Ley 25/1964, sobre Energía Nuclear, y con la Ley 15/1980, de 22 de abril, por la que se crea el Consejo de Seguridad Nuclear, y con lo dispuesto en el ordenamiento comunitario y en la legislación nacional sobre proyectos sometidos a evaluación de impacto ambiental.

El sector nuclear español constituye la más importante fuente de energía eléctrica en el país. La producción de energía eléctrica en 2017 fue del 21,4 % y fue seguida a una cierta distancia por la generación eólica, que fue del 18,2 %. En la previsión de cierre del año 2018 estas cifras, referidas al sistema peninsular, son de 21,4 % y 19,8 % respectivamente, siendo la potencia nuclear instalada del 6,8 % del total nacional. Estos datos dan una idea de la dimensión del sector.

Por otro lado, se trata de una actividad fuertemente regulada y fuertemente internacionalizada. Las plantas españolas son de diseño extranjero, fundamentalmente norteamericano con algún componente alemán. Este hecho nos hace partícipes del proceso normativo exterior; pero el sector tiene un importante componente de contribuciones al exterior: componentes, combustible, etc., lo que profundiza más la participación en el proceso normalizador.

Es por lo tanto de suma importancia el desarrollo normativo en España, ya que otros países son conscientes de ello desde hace mucho tiempo. Esto hará posible trasladar nuestras necesidades al escenario internacional, lo que redundará en que la tecnología nacional tenga fácil entronque en los mercados internacionales. Además, cuando estas normas retornen a través del proceso normalizador europeo, volverán a casa y no supondrán una perturbación en los procesos industriales, tanto de producción como de fabricación, ni en los procesos reguladores.

En definitiva, el proceso normalizador supone para el sector una inmersión en el mundo globalizado que facilita su relación en el mismo.